Si nuestra hija o hijo está aún en una temprana edad, difícilmente va a verse envuelto en la obligación de ahorrar. Sin embargo, en no muchos años el ahorro se convertirá en una parte fundamental de su día a día. Por ello, es positivo fomentar que nuestros hijos ahorren desde pequeños.
El primer paso es motivar a tu hijo o hija para que se quiera comprar algo que exceda el dinero que pueda conseguir en un periodo corto de tiempo. Una vez ha decidido que quiere ese coche eléctrico que vio en el supermercado o esa casa de plástico para el jardín que vio en la juguetería, comienza el juego.
Tendrá que ser paciente, organizado y guardar el dinero que vaya recibiendo.
El segundo paso es comprarle una hucha. Podemos indicarle las pautas, pero deben ser ellos quienes lo hagan. Cada vez que les demos la paga (sea mes a mes o semana a semana), tendrá que guardar todo o una parte del dinero en su hucha. Esta actitud debe mantenerla durante el tiempo que sea, hasta que consiga su objetivo. Una vez haya ahorrado el dinero suficiente, tendrá su premio.
Cuanto más fomentemos que nuestros hijos ahorren para adquirir las cosas que quieren, más fácil será que en el futuro lo asuman como un hábito. Cuando cobren su primer sueldo, estarán familiarizados con valores como la paciencia. Tendrán un mayor control sobre su dinero.
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