Al menos así se desprende de la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España. Los jóvenes son los más afectados por la Gran Recesión de la pasada década.
Los jóvenes menores de 35 fueron los más perjudicados tras la recesión vivida la década recién terminada, con un nivel de renta menor al registrado antes de la crisis. Sin embargo, los hogares con cabeza de familia mayores de 65 años muestran una notable mejoría en su situación económica durante el periodo de inestabilidad, según la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) publicada por el Banco de España con datos relativos al ejercicio 2017.
Tras la grave recesión de la economía, desde el año 2013 España vive un proceso de recuperación prolongada que no ha beneficiado a todos los segmentos de población por igual. Durante este periodo, todos los grupos de edad perdieron nivel de renta, especialmente los hogares con cabezas de familia menores de 35 años. Sin embargo, los mayores de 65 años experimentaron un crecimiento continuado que aún perdura, gracias en parte a que no se vieron afectados por el recorte salarial de las personas en edad de trabajar.
Los jóvenes, los más perjudicados
Según los datos aportados por el Banco de España, el segmento de población joven ha sido el peor parado tras la Gran Recesión con grandes desigualdades con otras franjas de edad, debido en gran medida por cuestiones generacionales.
Durante el periodo de crisis los jóvenes fueron los principales damnificados ante el abaratamiento y facilidad de los despidos, los contratos temporales y la destrucción del empleo. Según se desprende de los datos de la EFF, los hogares con un cabeza de familia menor de 35 años tenían una renta más baja (18% menor) que en 2010 a pesar de que el total de las rentas estaba recuperando los niveles mostrados durante ese mismo ejercicio.
Con respecto al volumen de deuda, en el año 2017 la riqueza neta después de deudas apenas llegaba a 5.300 euros, un desplome acusado si lo comparamos con el año 2011 (71.600 euros). Estas cifras demuestran que los hogares jóvenes no se han recuperado de la crisis a la misma velocidad que el resto.
Los mayores de 65 años mejoran su renta media
En contraposición a los jóvenes, los mayores de 65 años han resistido el periodo de inestabilidad mejor que cualquier otro rango de edad llegando incluso a mejorar su nivel de riqueza media.
La encuesta constata que las personas con mayor edad, incluyendo los cercanos a la jubilación o que se encuentran ya en esa etapa, están aumentado sus compras. A juicio del supervisor bancario español, existe una dinámica en la que los jóvenes están centrando su inversión en arrendamientos y no compran tan a menudo y, sin embargo, los compradores que están adquiriendo nuevas viviendas destinadas al alquiler son las personas de mayor edad y riqueza, que están adoptando el papel de arrendador. A ello, aseguran, se suma que este segmento de la población no sufrió la bajada salarial al poder contar con un sistema de pensiones que no se vio afectado por esta moderación durante los años 2014 y 2018.
Pero, sobre todo, esta diferencia con otros grupos de riqueza se debe a la incorporación de nuevos pensionistas con mejores carreras laborales y, por tanto, con el derecho a una prestación mucho más alta. Es decir, se produce un relevo de jubilados antiguos sin alta cualificación por otros más recientes con pensiones más elevadas. Así los datos, las rentas brutas de los hogares con un cabeza de familia mayor de 65 años han aumentado desde los 20.000 euros de 2010 a los 25.500 de 2016 según evidencia la EFF.
Equidad intergeneracional
El Banco de España concluye que los datos evidencian la existencia de grandes retos a los que la sociedad española debe hacer frente para poder seguir creciendo. A su juicio, uno de los más influyentes es el cambio demográfico y la brecha generacional, para lo que es necesario hacer que el mercado del alquiler funcione según las necesidades de los jóvenes y trabajar en medidas que regulen la equidad intergeneracional a la hora de abordar la reforma del sistema de pensiones.
