Si a través de un testamento dejamos por escrito qué hacer con nuestros bienes una vez que fallecemos, en el testamento vital dejamos escrito qué hacer con nuestro cuerpo o qué tratamientos médicos recibir si nuestro estado de salud nos incapacita para hacerlo.
A lo largo de nuestra vida podemos vernos afectados por enfermedades o un accidente grave que nos causen un deterioro de nuestras capacidades físicas y/o mentales, por ello es necesario tener en cuenta todas las opciones que existen a la hora de decidir qué va a pasar con nosotros. Al igual que ocurre con el testamento, donde incluimos qué es lo que va a ocurrir con nuestros bienes materiales y nuestras pertenencias y a quién van a ir destinadas, con nuestro cuerpo ocurre lo mismo.
Es necesario tener claro qué queremos que suceda en el escenario de encontrarnos ante una enfermedad irreversible con la cual sea imposible poder expresar nuestras voluntades. Tenemos que decidir en plenas facultades qué es lo que queremos que pase con nuestra vida en determinados momentos cuando nuestras capacidades no sean las adecuadas. Para ello existe el testamento vital, que como veremos a continuación, se encargará de velar por nuestros deseos cuando estemos incapacitados.
Qué es el testamento vital
El testamento vital también es conocido como documento de voluntades anticipadas, y como decíamos anteriormente, es un documento que velará por nuestros deseos cuando nosotros no seamos conscientes o no tengamos las capacidades necesarias para expresarnos, como es el caso de sufrir un grave accidente o padecer una enfermedad irreversible o terminal.
Este documento es una fórmula jurídica en la que una persona deja por escrito su voluntad ante los tratamientos médicos a los que desea o no someterse cuando, en caso de enfermedad, no sea capaz de poder expresarse por sí misma. En el testamento vital también debe incluirse los cuidados a los que está dispuesto a tener y también el destino que queremos dar a nuestros órganos en caso de fallecimiento.
Este trámite puede causar aprensión a la hora de realizarlo, pero es un documento muy importante donde nos aseguramos que, si ocurre alguna situación adversa, se van a respetar nuestras voluntades y, además, con ello liberamos a nuestros seres queridos de la responsabilidad de tomar decisiones difíciles.
Requisitos para hacer un testamento vital en España
Ser mayor de edad: sólo las personas que tienen más de 18 años pueden redactar un testamento vital.
Estar en pleno uso de las facultades mentales: La persona que hace el testamento debe estar mentalmente capacitada para tomar decisiones conscientes y voluntarias.
Presentación del documento: debe formalizarse por escrito. Dependiendo de la comunidad autónoma, el proceso puede variar ligeramente, pero en general existen tres formas principales de hacerlo:
- Ante notario: este es el método más formal y común y no requiere testigos.
- Ante tres testigos: al menos dos de los testigos no deben tener relación de parentesco hasta segundo grado ni intereses económicos con la persona que realiza el testamento.
- Registro: para que el documento tenga validez en todo el territorio nacional, debe inscribirse en el Registro Nacional de Instrucciones Previas, dependiente del Ministerio de Sanidad. En algunas comunidades autónomas también es posible registrarlo en espacios habilitados o en centros sanitarios.
¿Qué se incluye en el testamento vital?
En el testamento vital es necesario dejar nuestras voluntades bien detalladas por ello conviene dejar unas instrucciones sobre qué líneas no queremos pasar y también acerca de los cuidados médicos que se quiere o no recibir en el caso de encontrarnos ante una enfermedad irreversible o terminal. Además, se debería dejar indicado qué queremos que ocurra cuando fallezcamos, es decir, si queremos donar o no nuestros órganos y si queremos ser enterrados o incinerados.
Tras haber tomado estas decisiones, tenemos que dejar por escrito quién será el responsable, es decir, el representante autorizado para leer e interpretar todas estas instrucciones, además de que esa persona será la que tome las decisiones correspondientes por nosotros en el caso de que este escenario suceda.
Por tanto, el contenido del testamento vital es el siguiente:
- Instrucciones sobre tratamientos médicos: especificar qué tratamientos deseas o no recibir en situaciones graves o terminales, como reanimación, respiración asistida, nutrición artificial, etc.
- Deseos sobre el final de la vida: puedes expresar si prefieres cuidados paliativos o tratamientos que prolonguen la vida.
- Designación de un representante: puedes nombrar a una persona para que actúe en tu nombre si no puedes comunicarte.
Cómo se formaliza
Este documento debe ser inscrito en el Registro de Instrucciones Previas de tu Comunidad Autónoma. Además, también hay un Registro Nacional de Instrucciones Previas, que es donde los registros autonómicos destinan todos estos documentos de voluntades anticipadas.
Este último hay que tenerlo presente en caso de querer anular nuestro testamento vital, ya que en este caso deberemos recuperar y destruir todas y cada una de las copias, y el documento original, que existan incluyendo las que se hayan dado a nuestros seres queridos o testigos.
Validez del testamento vital
El testamento vital puede solicitarse y hacerse en cualquier momento si eres mayor de edad y te encuentras en plenas facultades mentales. Las indicaciones definidas en el testamento vital tienen validez desde el mismo momento en el que se realiza hasta que la persona, en plenas facultades, decida cambiarlo y rehacer de la misma forma el documento, aunque como veíamos anteriormente, también está la opción de anular el testamento vital.