Ángel de la Fuente, director de Fedea, publicó a finales de 2022 un análisis sobre la financiación de la Seguridad Social, que es el organismo que recauda las cotizaciones de los trabajadores y que sirve para abonar prestaciones como las pensiones, el paro, la viudedad o la orfandad. Un organismo que acusa desde hace años un histórico déficit. En este sentido, una de las patas de la actual reforma del sistema de pensiones para su financiación es el llamado destope de las cotizaciones, lo que significa que los asalariados deben cotizar no solo por el salario en sí mismo, sino también por todas las demás retribuciones. Es decir, hasta ahora, se excluyen de la base de cotización las horas extra (en algunos casos), gastos de transporte, dietas, despidos, traslados…
La propuesta del Gobierno es que se produzca un destope gradual de las bases de cotización a la Seguridad Social. Con ello, se incrementaría la recaudación cerca de un 35% en términos reales durante el próximo cuarto de siglo. Según los cálculos del autor, esta propuesta tendría un impacto recaudatorio «muy modesto». En concreto, menos de dos décimas de punto del PIB por año una vez se complete. Asimismo, considera que la medida es un impuesto «oculto y muy distorsionante que no debería formar parte del esquema de financiación de la Seguridad Social».