¿Cuánto dinero necesito para seguir viviendo?
¿Cuánto debo ahorrar para mantener mi nivel de vida?
¿Aprobaré las decisiones financieras que estoy tomando cuando llegue la hora de jubilarme?
Aprovechar al máximo la vida de 100 años significa repensar las décadas que tenemos por delante, alejándonos del esquema de la vida de tres etapas (estudio, trabajo y jubilación) y modificando nuestro modo de gestionar las finanzas. Prepararse para el futuro significa transferir dinero de hoy al mañana, y a la mayor parte de las personas se les hace complicado crear una conexión estrecha entre su vida actual y futura.
Aunque puede que la planificación financiera produzca bastante ansiedad, tiene que ser abordada con decisión. Aquellos que no reflexionan sobre su vida en el futuro corren el riesgo de no tener suficientes recursos cuando llegue su retiro, dado que probablemente no sean capaces de entender los conceptos financieros básicos ni hacer los cálculos necesarios o, mucho menos, tener en cuenta su identidad futura.
Diligencia y eficacia, las claves del ahorro
¿Quieres conocer los aspectos racionales y conductuales de cómo financiar una larga vida? Accede y lee gratis este capítulo 7, donde repasaremos dos conceptos: la importancia de la eficacia (“yo me considero competente para comportarme de esta forma”) y de la diligencia (“tengo el autocontrol y la voluntad para hacer que esto suceda”). Una apropiada planificación financiera depende de ambos: de la eficacia en el sentido de ser realistas a la hora de realizar planes financieros y de nuestro autoconocimiento para comprender temas tales como la propensión de ahorrar.