El ahorro sostenible no solo consiste en ahorrar de forma sostenida en el tiempo para atender a imprevistos, sino que también está vinculado a una megatendencia que es la sostenibilidad.
¿Qué es la sostenibilidad?
La sostenibilidad significa crear valor económico sin comprometer los recursos de las generaciones futuras a través del cuidado del medio ambiente, del respeto de los derechos humanos y la buena gobernanza. ¿Cómo combinar este concepto con el de ahorro?
Sostenibilidad financiera
Cuando hablamos de la sostenibilidad financiera nos referimos a un tipo de inversión que atiende a criterios de tipo ambiental, social y de buen gobierno corporativo para lograr resultados financieros y sociales positivos.
Ahorro sostenible e inversión ESG
El ahorro hay que verlo de dos maneras. Aquel que atiende a imprevistos y aquel que nos servirá para alcanzar metas futuras como el pago de los estudios universitarios de los hijos, la compra de una segunda vivienda o la jubilación.
Este tipo de ahorro tiene que ser invertido para que crezca con el paso del tiempo. Aquí es donde entran en juego los llamados criterios ASG (Ambiental, Social y Gobierno corporativo) o, en sus siglas en inglés, ESG. Esto es, invertir en empresas que aplican estos criterios en su forma de trabajar, de relacionarse con empleados, proveedores y clientes. Tienen especial cuidado en no generar gases contaminantes, procuran la igualdad, conciliación, educación y tienen especial cuidado en la forma de gobernar. Por lo tanto, el concepto de finanzas sostenibles va más allá del cuidado del medio ambiente.
Esto significa que los inversores, además de aplicar criterios financieros a la hora de seleccionar las empresas en las que invierten, también atienden estos factores de sostenibilidad, lo que incluso mejora el binomio rentabilidad-riesgo. La inversión en empresas transparentes que respeten los factores ASG reduce los riesgos de, por ejemplo, generar contaminación y, además, son más valoradas por los consumidores, lo que hace que tengan mayor progresión de crecimiento a largo plazo.
Como decíamos, las inversiones ESG son una tendencia cada vez más habitual en los distintos productos financieros destinados al ahorro.
El interés compuesto
Con la inversión del ahorro, el dinero crece a largo plazo gracias a lo que se conoce como el interés compuesto, que es la acumulación de los intereses que se van generando en el capital invertido. Este efecto hace que, unido a la rentabilidad del producto financiero, con el tiempo el ahorro crezca de forma exponencial.
Hábito del ahorro
En tiempos de pandemia, hemos visto que el ahorro ha sido fundamental para la sostenibilidad de la economía doméstica. Debemos construir un colchón financiero para hacer frente a momentos inesperados e ir dejando un remanente para el ahorro invertido.
Para ello, debemos generar el hábito del ahorro que no es otra cosa que el ahorro sostenible en el tiempo, de tal manera que con un pequeño esfuerzo gradual se va acumulando un dinero mes tras mes que, a largo plazo, puede crecer de forma importante si lo invertimos en un producto financiero, como aquellos vinculados al ahorro previsional (planes de pensiones, por ejemplo) o fondos de inversión.
Ahorro periódico
Una vez que hemos logrado el hábito del ahorro, este tiene que ser sostenido en el tiempo. Es decir, periódico, aportando cantidades, que no tienen por qué ser elevadas. La clave es que se mantengan en el tiempo. El objetivo de este paso es conseguir la capacidad de automatizar el hábito, de forma que, a largo plazo, dicho ahorro se pueda rentabilizar.
Como hemos dicho, no importa la cantidad, sino que lo hagamos de forma periódica y sostenida en el tiempo. En determinadas ocasiones, es importante comenzar con una cantidad pequeña, aumentándola en función de nuestros ingresos laborales.
Ahorro sostenible y la inversión a largo plazo
El ahorro sostenible y la inversión a largo plazo son la combinación idónea para alcanzar la edad de jubilación con un dinero acumulado que nos permita complementar una pensión pública que tiende a ser menor por el cambio demográfico de la población. Cada vez hay más pensionistas, por la mayor longevidad y la llegada a la edad de la jubilación de la generación del baby boom, y menos población en edad de trabajar, que son quienes financian las pensiones con sus cotizaciones sociales.
Te invitamos a entender cómo es nuestro sistema público de pensiones para que puedas comprender por qué debes ahorrar e invertir a largo plazo. Haz una planificación financiera para la jubilación.
