Principios básicos de la planificación financiera para la jubilación
¿Cuál es el mejor momento para comenzar a ahorrar para la jubilación?
¿Cuánto hay que ahorrar para la jubilación?
¿Cuál es el producto de inversión más adecuado para la jubilación?
Revisión periódica del plan financiero para la jubilación
Principios básicos de la planificación financiera para la jubilación
La planificación financiera para la jubilación debe ser un análisis dinámico que se realice con relativa frecuencia (anual), dado que las condiciones económicas, familiares y personales van cambiando, y por tanto, los objetivos pueden quedar desfasados o la capacidad de ahorro y los gastos haber variado sustancialmente.
Por tanto, la planificación financiera debe realizarse de forma individualizada en función de las particularidades de cada persona, teniendo en cuenta diferentes aspectos básicos:
- Horizonte temporal hasta la jubilación (y más allá).
- El nivel de ingresos (salario y otros) y de gastos (hipoteca, etc.), que determinarán la capacidad de ahorro para la jubilación o para otros objetivos.
- Nivel de vida deseado a partir de la jubilación, que determinará el nivel de ahorro que es necesario acumular hasta dicha fecha, sin olvidar otros gastos relevantes (más o menos inciertos) en esa fase del ciclo vital (dependencia, etc.).
Igualmente, dado que en el mercado existen numerosas alternativas de inversión, a medida que se genera el ahorro deben considerarse otros aspectos, como puede ser el perfil de riesgo, la liquidez, el binomio rentabilidad-riesgo y la fiscalidad de los diferentes productos financieros.
¿Cuál es el mejor momento para comenzar a ahorrar para la jubilación?
Dado que cada vez se viven más años, y por tanto más tiempo como jubilado, si se quiere complementar la pensión pública de jubilación para disfrutar de un nivel de vida confortable y hacer frente a posibles contingencias futuras, es necesario ahorrar más para ese momento.
Por tanto, si se comienza a ahorrar a edades tempranas, por ejemplo, antes de los 30 años, el esfuerzo ahorrador a realizar será mucho menor que si se retrasa el momento de comenzar a ahorrar, acumulando ahorro durante un mayor período de tiempo, lo que permitirá obtener una mayor rentabilidad, y permitirá disponer de un abanico más amplio de combinaciones de rentabilidad-riesgo. Esto permitirá asumir un mayor riesgo durante la juventud y menor en edades más avanzadas.
¿Cuánto hay que ahorrar para la jubilación?
La cantidad a ahorrar de forma periódica vendrá determinada por diferentes factores, pero los más importantes son la capacidad de ahorro (ingresos y gastos), el nivel de vida deseado una vez jubilados y el horizonte temporal hasta la jubilación.
En cualquier caso, al tratarse de un proceso dinámico en el que deben ser consideradas numerosas variables, tanto económicas como sociales, es aconsejable recurrir a un asesoramiento profesional para estimar de forma razonable cuáles son las necesidades de ahorro para mantener un determinado nivel de vida una vez jubilados. En cualquier caso, en el mercado existen herramientas que, de forma muy sencilla y rápida, permiten hacer estimaciones razonables de las necesidades de ahorro en función de las características particulares de cada persona.
¿Cuál es el producto de inversión más adecuado para la jubilación?
De forma general, no se puede hablar de inversiones mejores ni peores para la jubilación, sino de productos que se ajustan mejor o peor a los objetivos y perfiles de riesgo de la persona que los contrata. Por tanto, el producto adecuado para cada persona dependerá de sus características y necesidades individuales.
El análisis de una serie de variables permite seleccionar el producto más adecuado para una determinada persona. En concreto, esas variables son:
- Perfil de riesgo
- Binomio rentabilidad-riesgo
- Liquidez
- Comisiones y gastos
- Fiscalidad
Revisión periódica del plan financiero para la jubilación
La planificación financiera para la jubilación es un proceso dinámico que está sujeto a un entorno cambiante y aunque los objetivos a cumplir son a largo plazo, el plan financiero debe ser revisado con la frecuencia suficiente (recomendable, al menos, una vez al año), para comprobar que se cumplen los objetivos establecidos inicialmente y que, en caso de desviaciones, poder anticipar y/o adaptar a los posibles cambios.
Las variables que deben ser objeto de revisión son:
- Objetivos personales a corto, medio y largo plazo
- Rentabilidad obtenida en comparación con el objetivo marcado o en comparación con la rentabilidad de productos similares en el mercado
- Cambios en la capacidad de ahorro del cliente
- Cambios en la fiscalidad de los productos de ahorro