José Antonio Herce, miembro del Foro de Expertos del Instituto santalucía, disecciona en este vídeo qué es un sistema de cuentas nocionales y cómo puede contribuir a la sostenibilidad del sistema público de pensiones de nuestro país su introducción. Para Herce, “un modelo de cuentas nocionales -habría quizás que empezar por cambiar un poco esa denominación que a veces es confusa-, consiste en superponer una capa actuarial, que es el punto de vista técnico -es decir, el cálculo teniendo en cuenta probabilidades de supervivencia y mutualización de riesgos, muy propia de la técnica del seguro-, a un sistema de reparto de pensiones como los sistemas de seguridad social que tenemos. Por ese mero hecho de introducir esa capa técnica, digamos, un corsé de análisis, el sistema de pensiones de la seguridad social no deja de ser de reparto, no deja de ser público, no deja de ser un sistema como los que hemos venido teniendo hasta ahora”.
Herce no duda en atribuir a este sistema una virtud: que obliga a la racionalidad y a la transparencia si se quieren materializar las promesas que se hacen a los contribuyentes. “Esa capa técnica, de tipo actuarial, obliga a una racionalidad en el manejo de las magnitudes del sistema, a una racionalidad respecto a la acumulación de las cotizaciones y su rentabilidad, y una capa de racionalidad o un requisito de racionalidad respecto a la desacumulación de esas cotizaciones en forma de pensiones, incluyendo también una rentabilidad estimada, de manera que el sistema sea sostenible, es decir, que pueda materializar las promesas que realiza a sus contribuyentes, a los trabajadores, básicamente. De manera que consiste en ver un sistema público, como lo hemos denominado ordinariamente de pensiones, de manera mucho más técnica, más racional. El sistema obliga también a la transparencia, obliga a informar a los trabajadores acerca de cuál va a ser su pensión futura, en función de las cotizaciones que vienen realizando si estas se materializasen de la misma manera hasta el momento de su jubilación y tiene esa gran ventaja. Al obligar a la sostenibilidad, y por lo tanto a la garantía de las propias pensiones, las hace algo menores porque tiene que ser así, porque la característica de muchos sistemas públicos de pensiones es que no son sostenibles, y entonces hay que ajustarlas”.
A su juicio, llegados a este punto, para ajustar las pensiones, hay dos opciones, “o ajustarlas en el momento en que nacen, en el momento que causamos la primera pensión, el día o el mes después de nuestra jubilación, y mantener su poder adquisitivo, o no ajustarlas en el momento en que nacen e ir erosionando, o permitiendo que se erosione, su poder adquisitivo. Como sucederá en España y está sucediendo ya, de hecho. La opción que toman los sistemas de cuentas nocionales es ajustar las pensiones al nacimiento y luego preservar su poder adquisitivo para que eso no cause ansiedad, digamos, entre los pensionistas a medida que son mayores y a medida que esos temas crean incluso alarma en las personas más mayores. De manera que esa es su gran ventaja, pasar de un sistema como el actual a un sistema de cuentas nocionales, es decir preservando la naturaleza pública y de reparto de las pensiones que tenemos, pero ajustándolas para su sostenibilidad con estos criterios, pues es relativamente sencillo, no implica costes excesivos y todo esto se puede hacer gradual en el tiempo. Tiene una desventaja que, en realidad es la misma que tiene cualquier tipo de sistema público de pensiones y es ajustar las pensiones. Por lo tanto, hay que hacerlas sostenibles a base de un sacrificio que luego puede compensarse mediante un sistema obligatorio, este sí, de capitalización, como han hecho la mayor parte de los países que tienen los sistemas de cuentas nocionales”.
