En un escenario sin reformas que afecten a las pensiones, continuar manteniendo el poder adquisitivo de los pensionistas podría suponer una presión considerable sobre el gasto, lo cual implicaría un aumento en la deuda pública de unos 50 puntos sobre el PIB en los próximos treinta años, según el último informe publicado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef).
La previsión del gasto en pensiones que arroja AIRef afectaría considerablemente a la dinámica del ratio de deuda, que superaría el 130% del PIB en los próximos 30 años, coincidiendo con la edad de jubilación de las cohortes del “baby boom”, siempre que se mantengan “los saldos presupuestarios de 2018, y teniendo en cuenta el gasto acumulado de mantener el poder adquisitivo de las pensiones”.
Sin embargo, desde la institución pública aseguran que si se estableciera un escenario normativo en el que se asuman las presiones procedentes de la actualización de las pensiones al IPC, la deuda pública podría estabilizarse por debajo del 75% del PIB.
Por otro lado, para alcanzar una dinámica de reducción continuada del ratio de deuda hasta el 60% del PIB se requiere “adicionalmente a los supuestos implícitos en el escenario normativo, la implementación de reformas que mitiguen el impacto del envejecimiento” señala AIRef.
