Desde los años noventa la sostenibilidad de las pensiones ha sido un tema preocupante en la mayoría de los países europeos debido, fundamentalmente, a que las actuales tendencias demográficas están conduciendo hacia poblaciones cada vez más envejecidas. El aumento de la esperanza de vida no sólo supone un aumento considerable de la proporción de población con derecho a prestaciones de vejez, sino que, además, los pensionistas perciben estas prestaciones durante más años, con la consiguiente elevación de los gastos destinados a cubrirlas.
Como es bien sabido, el gasto en pensiones supone una parte importante del gasto público y, por tanto, tras la firma del tratado de Maastricht, la introducción del euro, y la exigencia de limitar los déficits presupuestarios y de reducir la deuda pública, la necesidad de frenar su crecimiento se vio acrecentada en un escenario nada favorable por la proximidad del acceso a la jubilación de cohortes –entendido como segmento de la población– particularmente numerosas pertenecientes al “baby boom”.
Por otro lado, las tendencias demográficas hacia el envejecimiento no sólo afectan al equilibrio financiero de los sistemas de pensiones por el lado de los gastos, sino también por el lado de los ingresos. En efecto, el envejecimiento poblacional es consecuencia del aumento de la esperanza de vida, pero también del descenso de la natalidad que provoca una disminución de la población joven y, con el tiempo, de la población en edad de trabajar, o sea de la parte de la población que debe financiar con sus cotizaciones los gastos de los jubilados en los sistemas de reparto. El efecto combinado de estas dos tendencias demográficas apuntaba hacia un desequilibrio financiero creciente en los sistemas de pensiones europeos.
Reformas de los sistemas de Seguridad Social en Europa
En este contexto, no resulta extraño que la mayoría de los países europeos se vieran obligados a introducir reformas en sus sistemas de Seguridad Social como respuesta a los retos del envejecimiento. Las reformas adoptadas han seguido direcciones diferentes:
- Reformas paramétricas. Aquellas que no han implicado un cambio radical del modelo de Seguridad Social, sino cambios en la legislación que han supuesto ajustes en los parámetros básicos del sistema que modifican alguno de los elementos numéricos que intervienen en la definición del cálculo de la pensión inicial o de su posterior revalorización; como son el aumento de la edad legal de jubilación, el endurecimiento en el acceso a la jubilación anticipada, el aumento del número de años que se tienen en cuenta para el cálculo de la pensión inicial o la modificación de las reglas de revalorización de las pensiones. Esto ha supuesto que en la actualidad la mayoría de los países europeos conserven el esquema tradicional de reparto y prestación definida, aunque modifican alguno de los elementos numéricos que intervienen en la definición del cálculo de la pensión inicial o de su revalorización posterior.
- Reformas paradigmáticas o estructurales. Actúan, principalmente, sobre el sistema de financiación. Algunas de estas reformas estructurales consistieron en la sustitución parcial del sistema de reparto por el de capitalización. El sistema mixto de capitalización y reparto está inspirado en el esquema multipilar propuesto por el Banco Mundial en 1994:
- Pilar cero: universal y no contributivo que proporciona un nivel mínimo de protección (pensiónsocial).
- Primer pilar: contributivo, obligatorio, de reparto y de gestión pú
- Segundo pilar: contributivo, obligatorio, capitalizado y de gestión privada.
- Tercer pilar: basado en regímenes complementarios, voluntarios y de gestión privada.
Algunos países europeos siguieron este esquema, de forma que muchas de las reformas emprendidas consistieron en modificar las condiciones del primer pilar, rebajando sus prestaciones, y complementar el sistema de reparto con aportaciones adicionales a una cuenta de capitalización obligatoria o voluntaria (segundo y tercer pilar). Este cambio no está exento de inconvenientes. A los riesgos inherentes a todo sistema de capitalización (inflación e insolvencia) se une el problema de la transición, ya que hay que seguir pagando las pensiones actuales y futuras de los que se mantienen en el sistema de reparto. Ello se ha resuelto en parte con cotizaciones adicionales para los que entran en el nuevo sistema y en parte con cargo al sistema impositivo general o al endeudamiento.
Entre los países de la UE-28 que tienen en su sistema de pensiones una parte obligatoria o cuasi-obligatoria de capitalización se encuentran Dinamarca, Países Bajos, Hungría, Eslovenia, Letonia, Suecia, Polonia, Estonia y Eslovaquia. Dentro de las cuales se pueden citar, el traspaso a un sistema de capitalización o a un sistema de reparto, en este último caso, modificando la variable dependiente; es decir, pasando normalmente de un sistema de prestación definida a uno de aportación definida. También se incluye en este tipo, los sistemas que combinen diferentes sistemas de financiación.
Las cuentas nocionales de aportación definida
A mediados de la década de los noventa surgió una nueva propuesta, que en ocasiones apareció combinada con el sistema multipilar, consistente en establecer una analogía entre el sistema de reparto y el de capitalización, mediante la incorporación al sistema de reparto de instrumentos financiero-actuariales utilizados en el sistema de capitalización a través de las denominadas cuentas nocionales de aportación definida. Esto es, las cuentas nocionales introducen la lógica de la capitalización en el sistema de reparto, ya que las prestaciones se calculan de acuerdo a los aportes pagados por el contribuyente y a la esperanza de vida restante al jubilarse el mismo, aplicándose una fórmula actuarial.
Estudio sobre su implantación en España
El estudio publicado por el Instituto santalucía “La implantación de un sistema de cuentas nocionales en España: efectos sobre el sistema de seguridad social” analiza las principales características de los sistemas de reparto de aportación definida, también denominados sistemas de cuentas nocionales, exponiendo ventajas e inconvenientes con respecto a otros sistemas y estudiando su aplicación en España.