En este documento se aborda el pronóstico hasta 2050 de la ratio sobre el PIB del gasto en pensiones contributivas de la Seguridad Social en España, del que se espera un aumento del 1% en la productividad, basándose para ello en tres variables: la demografía, el mercado de trabajo y el gasto en pensiones. Veremos cómo se construye el escenario macroeconómico que, sumado a la demografía, supone la base para definir el gasto en pensiones. El principal problema para establecer dicha ratio con precisión en un periodo de tiempo tan largo es la incertidumbre, puesto que las variables son de naturaleza muy diferente, así, se estiman con diversas técnicas la inestabilidad de inputs demográficos, como fecundidad, mortalidad o migración (esta última variable tiene un gran peso sobre la incertidumbre y es el determinante más revisado por los organismos internacionales), así como macroeconómicos, como las tasas de actividad, paro y productividad, buscando que interactúen entre sí. Finalmente, en 2050, la distribución de las pensiones para hombres y mujeres será exactamente igual.
A lo largo del estudio, se hace especial hincapié en la reforma paramétrica de 2011, junto con el índice de revaloración de pensiones y el factor de sostenibilidad que se aprobó en 2013. También se explican los diferentes tipos de pensiones y cómo es el modelo de cada una de ellas. Por último, se plantea la relación de las pensiones con la base de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) y se profundiza en el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que constituye un marco de transparencia, siendo un mecanismo que asegura la sostenibilidad del sistema y que mostró el desajuste financiero de la Seguridad Social necesario de corregir.