El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2017 pretende impulsar el crecimiento y la creación de empleo, sin dejar de garantizar el gasto social. Este año, como viene ocurriendo en los seis anteriores, no se recaudará lo suficiente como para hacer frente a las prestaciones que propone atender, por lo que el Gobierno tendrá que emplear fuentes de financiación extraordinarias. Los presupuestos contemplan que los gastos superarán en 16.650 millones de euros a los ingresos, registrando un déficit del 1,4% del PIB en 2017.
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El gasto en pensiones aumenta un 3,1%
Este gasto representa más del 40% del total del gasto del presupuesto consolidado. El Ejecutivo explica que el creciente aumento de la partida dedicada a las pensiones es consecuencia de: la revalorización del 0,25%, el aumento del número de pensionistas y del incremento de la pensión media de los nuevos beneficiarios.
De esta manera, se asignan 139.647 millones de euros, un 3,1% más (4.198 millones) que en 2016. La partida para pensiones contributivas asciende a 122.777 millones, el resto se reparten entre no contributivas, funcionarios jubilados que cotizaron en la mutua de los empleados públicos (Muface) y pensiones de guerra.
Fondo de Reserva con acceso restringido
Hasta ahora, las necesidades se cubrían con la conocida como “hucha de las pensiones”, pero en esta ocasión se ha renunciado a extraer de él la integridad de la cantidad necesaria. Por ello, se ha preparado un préstamo de 10.192 millones de euros, desde Hacienda a la Seguridad Social. Sin embargo, el crédito no es suficiente para afrontar todas las obligaciones, ya que los presupuestos contemplan unos gastos que superan en 16.650 millones a los ingresos.
El desfase de 6.521 millones se cubrirá con el Fondo de Reserva. De esta manera, se convierte en necesario anular el límite, establecido por ley, que impide extraer más del 3% de lo presupuestado para el ejercicio en prestaciones no contributivas.
