En el Instituto Santalucía seguimos muy atentos a la evolución de la Comisión del Pacto de Toledo. Pasadas las comparecencias de Fátima Báñez, Ministra de Empleo y Seguridad Social, el sindicato CC.OO., la patronal de las pequeñas y medianas empresas CEPYME y los catedráticos expertos en pensiones, ahora es el turno de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Jordi García Viña, director de Relaciones Laborales de dicha confederación, ha rechazado en su intervención ante la Comisión del Pacto de Toledo la idea de aumentar los tipos de cotización para mejorar los ingresos de la Seguridad Social. Ha advertido de que provocaría una caída en los salarios y que acarrearía “efectos perversos a la creación de empleo”. Además, ha alegado que no comparte la idea de eliminar el tope de estas bases, ya que los índices de cotización españoles son “de los más altos” de la Zona Euro y “las reformas de los países de nuestro entorno no han ido por esa vía, sino todo lo contrario”.
Jubilación más tardía y financiación de las pensiones a través de aportaciones
Entre las medidas sugeridas enumeradas por Viña están: aumentar la edad de jubilación, elevar el período de carencia, repercutir el ahorro en la cuantía de la pensión, establecer “requisitos” para acceder a la prestación, así como la introducción de “estímulos para que crezca la población”.
Poniendo a Alemania como ejemplo, propone una financiación de las pensiones a través de aportaciones de impuestos o directamente transferencias. Llama a separar del sistema de la Seguridad Social aquellas pensiones no contributivas sino asistenciales, como las de viudedad, “para que se pague cada cosa con diferentes fondos” y se “despejen elementos que no sean puramente contributivos y el resto pagarlo por la vía general”.