Diferencia entre deducir y desgravar en la Renta

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Cuando llega la campaña de la declaración de la renta se ponen de actualidad dos conceptos que los contribuyentes tienden a confundir: deducción y desgravación. Ambos tienen la misma consecuencia fiscal: pagar menos impuestos, pero su tributación difiere. Te explicamos cuál es la diferencia entre deducir y desgravar en la renta.

¿Qué es la desgravación?

Para conocer la diferencia entre deducir y desgravar en la renta vamos a entender qué significa desgravación, cuyo sinónimo es reducción, otro concepto que también se cruza en conversaciones de la declaración del IRPF y que complica más la compresión, cuando realmente al hablar de que un gasto desgrava o reduce hablamos de lo mismo. La reducción o desgravación es aquella cuantía que se resta de la base imponible (ingresos a declarar), como lo son las aportaciones a sistemas de previsión social (planes de pensiones, mutualidades, planes de previsión asegurados, seguros de dependencia…) o las pensiones compensatorias y alimenticias en favor de un excónyuge y/o hijos con sentencia firme.

Es una cantidad total que se resta de la base imponible, reduce los ingresos a declarar, y que da como resultado lo que se llama cuota íntegra o base liquidable.

¿Qué es la deducción?

El siguiente concepto a entender entre deducir y desgravar en la renta es la deducción, aquella cuantía que reduce la cuota íntegra o

RENTA 2023-2024

la base liquidable como es la deducción por doble imposición internacional, maternidad, por familia numerosa o personas a cargo con discapacidad, donaciones, préstamo hipotecario de la vivienda habitual, alquiler de vivienda habitual, cuotas profesionales o deducciones autonómicas.

Otra diferencia con la reducción o desgravación es que la deducción resta una parte, un porcentaje sobre sobre el gasto deducible, no una cantidad total.

Por ejemplo, los contribuyentes que aún se pueden beneficiar de la deducción por compra de vivienda habitual con garantía hipotecaria podrán deducirse un 15% de los gastos. Por lo que, si la cuota es de 500 euros mensuales, al año se podrían deducir 900 euros.

Veámoslo de otra forma:

Base imponible

Es la suma de los ingresos de una persona a lo largo del año (sueldo, ganancias patrimoniales, ganancias en productos de ahorro como acciones, rentas por alquiler…). A esos ingresos se les aplica reducciones o desgravaciones. Cuando reducimos o desgravamos nos restamos esa cantidad de forma íntegra en la base imponible. Es decir, que, si tenemos unos ingresos de 30.000 euros anuales y se aporta al plan de pensiones 1.000 euros en el año fiscal, estos reducen la base imponible, quedándose en 29.000 euros los ingresos a declarar. Esto es, base imponible.

Base liquidable o cuota íntegra

Es el resultado de restarle a la base imponible las deducciones, como por ejemplo por maternidad, familia numerosa, donaciones, vivienda habitual o cuotas profesionales. En este caso, lo que se resta en un porcentaje a deducir. Por ejemplo, si donas 200 euros, en la declaración de la renta te puedes deducir el 80% de los mismos, es decir, 160 euros. Siguiendo el ejemplo anterior, esto significa que, de los 29.000 euros de base imponible, restas 160 euros de la deducción, quedándote en 28.840 euros de base liquidable o cuota íntegra.

Es sobre ese importe que nos queda después de haber aplicado las reducciones o desgravaciones y las deducciones al que se le aplica el tipo impositivo que corresponda en el IRPF. A nivel estatal los tramos según los ingresos son los siguientes:

Base imponible Tipo a aplicar
Hasta 12.450 euros 19%
De 12.450 euros a 20.200 euros 24%
De 20.200 euros a 35.200 euros 30%
De 35.200 euros a 60.000 euros 37%
De 60.000 euros a 300.000 euros 45%
A partir de 300.000 euros 47%

Por lo tanto, no podemos hablar como sinónimo de deducción la desgravación o reducción, aunque la consecuencia tributaria es la misma: reducir los ingresos a declarar y, por ende, los impuestos a abonar.

Te invitamos a profundizar sobre la fiscalidad de los planes de pensiones en nuestro “Manual práctico de fiscalidad de productos de previsión individual”, que, como hemos mencionado, están bonificados con una reducción de hasta 1.500 euros anuales en el caso de los planes de pensiones individuales. Cantidad que se puede elevar hasta los 8.500 euros si eres beneficiario de un plan de empleo, que son los planes de pensiones que proporcionan a sus trabajadores.

También, ahora que se inicia la campaña de la renta  puede que te interese ahondar más sobre qué gastos e inversiones deducen y desgravan en la declaración de la renta.

ISL News

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