Con motivo de la presentación del libro colaborativo Pensiones del Futuro, hablamos con José Ignacio Conde-Ruiz, autor del capítulo 3 y miembro del Foro de Expertos del Instituto Santalucía, para que nos cuente cuáles son, a su juicio, los retos a los que se enfrenta el sistema público de pensiones para garantizar su sostenibilidad y qué medidas deben tomarse para afrontarlos.
José Ignacio Conde-Ruiz afirma que la futura reforma del sistema de pensiones debe edificarse sobre dos pilares. “El primer pilar es que las pensiones no pueden perder poder adquisitivo; el segundo, que el sistema sea sostenible. Y ahí es donde radica el verdadero reto”.
Frente a este reto, el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) considera que son necesarias dos medidas: “dotar de mayores ingresos al sistema, sobre todo, en el período transitorio, que es el período en el cual los baby boomers están en edad de jubilación” y el segundo “reformar el sistema de pensiones hacia uno de cuentas nocionales donde la pensión que va a percibir el trabajador en el alta -cuando se jubile- ha de ser más baja que la que hay actualmente, pero hecho de tal forma que si el trabajador quiere compensar esa caída en la pensión inicial lo que va a poder hacer es trabajar más tiempo de lo que está trabajando actualmente. Es un elemento clave que el trabajador pueda compatibilizar el percibir la pensión pública con la opción de seguir trabajando y cobrando un salario al mismo tiempo”.
Qué son las cuentas nocionales
Las Cuentas Nocionales son un sistema de reparto de aportación definida que, a juicio del Foro de Expertos del Instituto Santalucía, aportaría múltiples aspectos positivos a nuestro sistema de pensiones, siguiendo otras prácticas de éxito como el modelo sueco.
- Es más equitativo. A partir de las aportaciones realizadas, se determinan las prestaciones que recibirá cada individuo. Esto permite atenuar el “riesgo” de que las pensiones sean más generosas de lo que teóricamente puede soportar el sistema.
- Es más contributivo. Un mayor esfuerzo durante la época activa se ha de transformar en unas pensiones proporcionalmente más elevadas. Esto podría dar lugar a un mayor incentivo a retrasar la edad de jubilación para aquellos individuos con un nivel más bajo de cotizaciones.
- Mejora de la equidad intergeneracional. El hecho de que en este sistema no haya que cambiar las reglas de juego (parámetros, condiciones de acceso, edad de jubilación), junto con la utilización de un factor de conversión que recoja los cambios en las probabilidades de supervivencia, hace que las distintas cohortes o segmentos de edad tengan un tanto interno de rendimiento parecido.
- Aumento de la equidad intrageneracional. La mejora proviene del hecho de que la corrección por adelantar o retrasar la edad de jubilación de individuos de la misma generación, responde a un criterio actuarial y no a una regla, como ocurre en el sistema español actual, donde se penaliza mucho el adelanto y se beneficia poco el retraso de la edad de jubilación, con lo cual la edad óptima de jubilación es la edad ordinaria.
- Es más transparente. Si bien es cierto que las cuentas nocionales no son cuentas reales, en cualquier momento se puede saber la cuantía teórica acumulada por cada individuo, debido a que el índice utilizado para obtener los rendimientos debe ser conocido previamente.
Puedes conocer más en detalle este modelo en el estudio publicado por el Instituto Santalucía “La implantación de las cuentas nocionales en España”
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