Amalia Guerrero, autora de “Finanzas y Niños”, comparte consejos para tener una economía doméstica más saneada y educar a los hijos en finanzas personales.
“Solo cuando baja la marea se descubre quién andaba nadando desnudo”, Warren Buffet.
Estamos siendo testigos de una de las mayores crisis económicas de la historia. Ahora, más que nunca, nos damos cuenta de la importancia de tener una economía saneada y por qué no, de educar a nuestros hijos en finanzas personales.
La Covid-19 no está afectando solo a la salud. Esta pandemia está produciendo un frenazo para la economía de muchos negocios y hogares españoles. A diario vemos noticias que revelan la gravedad de la situación económica que está atravesando el país. Muchas familias, que no están percibiendo ingresos o han tenido que cerrar sus negocios, no pueden hacer frente al pago de un alquiler y han tenido que regresar a casa de sus padres. También vemos gente haciendo cola a las puertas de las organizaciones benéficas para recibir comida, como hacía tiempo que no se veía.
Aunque sea duro, aprovecha estas noticias y las circunstancias que estamos viviendo para explicarles a tus hijos la importancia de tener unas finanzas saneadas. No conviertas el dinero en un tema tabú, no pienses que son muy pequeños o que el dinero no es importante… Estoy de acuerdo contigo en que las mejores cosas del mundo, como jugar con tus hijos, practicar deporte, la buena compañía… son gratis, pero hay que darle al dinero la importancia que se merece: necesitamos el dinero todos los días y es un medio que nos facilita la vida.
Organiza tus finanzas personales
Por otro lado, esta crisis que ha venido de golpe para todos debe hacerte recapacitar sobre cómo están organizadas tus finanzas personales. Ahora toca capear el temporal y sobrevivir, pero no debes olvidarte de lo vivido una vez que todo esto pase, y salir fortalecido de esta crisis. A continuación te indico unas claves prácticas para mejorar tu economía.
Si ya las conoces, no te vendrá mal recordarlas. Y si te has decidido a empezar pero no sabes por dónde, aquí te digo cómo hacerlo. No se trata solo de empezar, la clave es mantenerlo en el tiempo.
Conoce tu objetivo
Lo primero es conocer tu objetivo y saber tu “para qué”. Tener un objetivo te ayudará a no desviarte de tu camino. ¿Cuál es tu propósito? Quieres organizar tu economía para tener tranquilidad, seguridad, ahorrar, tiempo libre…
Analiza cuál es la realidad de tu situación económica
En segundo lugar, tienes que saber cuál es la realidad de tu actual situación económica: cuáles son tus ingresos, tus gastos, tus deudas. Para ello puedes utilizar el balance o patrimonio neto (tus activos menos tus pasivos). En este artículo podrás profundizar más sobre este tema y encontrarás una plantilla para calcularlo de forma rápida. También puedes, simplemente, coger papel, lápiz y una calculadora.
Presupuesto
Una vez conozcas la realidad de tu situación económica es hora de elaborar un presupuesto anual. Aprende a tomar decisiones sobre tu dinero y valora a qué partida vas a destinar cada euro que entra en tu hogar. Puedes utilizar lápiz, papel y una calculadora o esta plantilla.
Lleva un control de gastos
Esto te ayudará, por un lado, a saber en qué gastas tu dinero y, por otro, a saber de qué gastos, si fuera necesario, podemos prescindir. Hazlo durante al menos un mes, mejor tres, pide los tickets de todo lo que compres y una vez al mes revísalos.
Ten un colchón de tranquilidad
¡Imprescindible! Mucha gente duda de cuánto dinero debe destinar a su fondo de seguridad. Si antes de esta crisis ya tenías uno, tú mejor que nadie podrás evaluar si el que tenías es más que suficiente o si lo aconsejable es que sea más grande. Lógicamente no te afectará igual si ya disponías de un fondo de seguridad de varios meses que te permita aguantar el tirón, en el caso de que tus ingresos se hayan visto mermados o reducidos a nada. “Un colchón de emergencias es como el oxígeno, no sabes lo importante que es hasta que te hace falta.”
Cada mes, págate a ti primero
¡Preahorra! Lo ideal es, al menos, un 10%, si no puedes ahorra, aunque sea 50 euros ó 20 euros. Lo importante es romper la barrera de “yo no puedo ahorrar” y crear el hábito.
Adquiere el compromiso de formarte financieramente
Fórmate para ver donde pones tu dinero a partir de ahora y dedica todo el tiempo que puedas a aprender. Si crees que no tienes tiempo para leer, utiliza el siguiente truco: identifica aquellas actividades repetitivas que haces durante un tiempo. Por ejemplo, desplazamientos en coche, los ratos que dedicas a limpiar la casa o a hacer deporte para escuchar conferencias, audiolibros… No obtendrás resultados diferentes si siempre haces lo mismo. Si empiezas a formarte, a aprender y a pensar diferente, llegará un momento en que te sorprenderás a ti mismo hablando o pensando sobre conceptos que antes no entendías. ¡Fuera excusas! Aprende a manejar tus finanzas personales y te aseguro que manejarás tu vida.
Diversifica tus fuentes de ingresos
Lo ideal es no depender de una única fuente de ingresos, así que intenta buscar otras formas de obtener dinero. Una vez empieces a formarte verás oportunidades donde antes no las veías. Encuentra tu pasión y monetízala, con esto no te estoy diciendo que dejes tu trabajo y te lances a montar un negocio por tu cuenta, todo lo contrario, procura ser el mejor en tu trabajo y dedica tiempo a aprender y formarte en aquello que te guste, trabaja para cumplir tus sueños. Y si no sabes cuál es tu pasión, responde a las siguientes preguntas: ¿hay algo en lo que todo el mundo me dice que soy bueno y a lo que podría dedicarme sin cobrar nada? ¿A qué te dedicarías si tuvieras dinero suficiente para ti y tu familia? Esa es tu pasión.
Por último, al igual que nosotros podemos aprender a gestionar nuestros ingresos, educa a tus hijos para que aprendan a hacerlo. Habla con claridad sobre dinero en casa, cual es vuestra situación económica, como organizáis las finanzas personales, si se ahorra, si se invierte… háblales de tu experiencia, de tus aciertos y errores. La paga es una herramienta que permite transmitir conceptos de finanzas personales a los niños: enseñarles la importancia del ahorro, de hacer un buen uso del dinero, ayúdales a gestionar sus ingresos, a decidir si ahorran una parte de su paga o lo gastan todo…
Aunque ahora mismo lo veas todo muy difícil, “esto también pasará”
“Cuenta una leyenda que había un poderoso rey que, tras años de mucha felicidad, le embargaba una triste melancolía. Desesperado, no sabía cómo sobreponerse a esta situación. Convocó a los mejores asesores, sabios y consejeros del reino, y les dijo:
– He encargado a mis joyeros un precioso anillo. En él deseo grabar una frase que me ayude a encontrar el equilibrio que necesito. Un mensaje secreto que me ayude a tomar decisiones y me inspire cuando me sienta perdido. Una frase que me transmita seguridad en situaciones complicadas.
Todos los asesores y sabios del reino se dispusieron a escribir frases preciosas, extraordinarias, pero el Rey las rechazaba una detrás de otra porque no encontraba el consuelo que tanto ansiaba.
Pasaban los días, y el rey seguía esperando encontrar la frase perfecta, hasta que un día, un viejo sirviente le dijo:
Majestad, yo no soy sabio, pero conozco la frase que usted necesita. Son solo tres palabras y están escritas en este papel. Se lo daré con una sola condición, guárdelo y no lo abra hasta que no se encuentre en una situación desesperada.
El Rey asintió y sin saber muy bien por qué, guardó el papel en el bolsillo, sentía que no tenía nada que perder.
Unas semanas más tarde, su país fue invadido, y el Rey se vio obligado a huir con su corte. Atravesaron el bosque tratando de escapar de sus enemigos. Exhaustos encontraron una cueva donde esconderse y descansar un rato. De pronto, el Rey recordó el papel, lo sacó y lo leyó:
Esto también pasará.
El Rey estaba desconcertado, no entendía nada, pero poco a poco empezó a sentirse seguro y en calma. Efectivamente, esto también pasará, pensó y respiró aliviado al sentir que por fin había encontrado la clave. El Rey confiado reunió a su ejército y reconquistó su reinado.
Al día siguiente, ordenó grabar la frase en el anillo y llamar a su sirviente, se sentía exultante, feliz y contento:
¡Gracias, gracias, has encontrado la clave! ¡Ya tengo lo que necesito!
A lo que el viejo criado respondió:
Esto también pasará”.
(Adaptación de una leyenda popular de origen sufí)