Coincidiendo con la proximidad del Día de la Mujer, el Instituto Santalucía ha realizado el encuentro virtual titulado “Brecha de género: desigualdad laboral y pensiones” con objeto de profundizar en los desafíos que plantea la equidad de género en nuestro país.
Esta cita ha sido protagonizada por Luisa Fuster, catedrática de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, Mercedes Ayuso, catedrática de Economía de la Universidad de Barcelona, y Mercedes Valcárcel, Directora General de la Fundación Generation Spain y miembro del Foro de Expertos del Instituto. La conferencia ha sido moderada por Mireia García, directora corporativa de Recursos Humanos de Santalucía.
Las ponentes han querido destacar el avance que se ha alcanzado desde la década de los 70, con el incremento de la incorporación de la mujer al mercado laboral y su mayor educación, lo que va a ayudar a que sus pensiones sean más elevadas, reduciendo la brecha de género. Pero queda mucho por hacer. Estos son los desafíos.
Brecha de género laboral
Para Luisa Fuster es relevante que “en el apartado laboral no solo observamos brecha entre hombres y mujeres en cuanto al salario, sino en cuanto a la participación en el mercado laboral e incluso en cuántas horas de trabajo tiene uno frente a otro”.
La experta destaca, además, que “según diversos estudios, esta brecha se agranda cuando aparecen los niños en la familia, ya que están muy relacionados con que la mujer participe menos y trabaje menos horas” para atender a las tareas del hogar.
Una opinión con la que coincide Mercedes Ayuso quien, a su vez, resalta que “estamos afrontando dos colectivos donde las vidas laborales son distintas, las mujeres se insertan de forma tardía en el mercado laboral y hace que sus carreras sean más cortas”.
Brecha de género salarial
Para Mercedes Valcárcel “la brecha de género no es solo salarial, incluye muchos elementos sociodemográficos distintos e implica disparidad de muchas oportunidades y la brecha salarial no es más que una consecuencia de esto”.
Un dato relevante que destaca Fuster es que “la brecha salarial no disminuye con el nivel de educación y tampoco varía mucho con las ocupaciones”. Para la experta esto quiere decir que “hay algo más”, y opina que puede estar relacionado con las horas que la mujer dedica a las tareas domésticas. “Dedicar más horas al puesto de trabajo tiene un efecto sobre el salario que cobramos, si las mujeres tenemos que dedicar más horas a tareas domésticas esto nos quita horas de trabajo y esto se va a ver reflejado en la remuneración y va a ser un freno. Como sociedad tenemos que aprender a repartir estas tareas domésticas y de educación de los hijos y esto facilitará a la mujer mejorar en el entorno laboral”.
Según el INE, las mujeres dedican de media 2 horas diarias más a estos menesteres que los hombres.
España versus otros países
Para Valcárcel es importante destacar que “hay dos retos que en algunos países se están abordando de forma activa: el elemento cultural y el funcionamiento de las empresas. Hay que normalizar culturalmente determinadas situaciones que nos pueden parecer más anómalas como que sean los hombres quienes abandonen su carrera laboral para criar a sus hijos”.
La experta incide en que “tenemos unos elementos culturales muy potentes en cuanto a los roles de género y el volcado de estos roles en las empresas”. Según comenta, “por la parte empresarial hay mucho recorrido en el sentido del presencialismo y de la auténtica preocupación de las empresas por sus trabajadores. Las personas no son un recurso productivo como cualquier otro, no somos máquinas, es importante estar en un ámbito laboral acorde a nuestras necesidades familiares”.
Brecha de género y pensiones
En cuanto al reflejo de esta desigualdad laboral en las pensiones de las mujeres, Mercedes Ayuso señala que “nos falta la visión global de toda nuestra vida. La mujer tiene que apostar por la formación de gran nivel y por decirle a su vida familiar que quiere trabajar. Porque, al final, su educación y su vida laboral marcarán su jubilación y su cobro de pensión”.
Para la experta es relevante el hecho de que “estamos muy acostumbrados en pensiones a trabajar con grandes números y con medias, pero las pensiones tienen grandes asimetrías, tanto en hombres como en mujeres, si bien, en estas es, además, muy marcada. Una pensión media de mujer no es representativa, hay una concentración de valores por debajo de la media que es muy relevante. Es momento de empezar a hacer análisis exhaustivo de datos”.
El impacto de la Covid-19 sobre la brecha de género
Valcárcel menciona también un informe del Banco de España donde se analiza la repercusión de la pandemia en este último año por sectores, el género de los trabajadores y las competencias necesarias que serán requeridas cuando el mercado se normalice. En opinión de Valcárcel “la pandemia, en vez de acompañarnos para reducir brecha de género lo que está haciendo es profundizarla, ya que alguno de los sectores más afectados, como la hostelería, está muy feminizado”.
La experta añade, además, la importancia de eliminar el sesgo que asocia unas capacidades u otras por género: “A los niños se les regalan mecanos y ordenadores y a las niñas muñecas. Es importante eliminar este sesgo en cuanto a capacidades en función de si eres hombre o mujer porque las competencias digitales son y van a ser cada vez más importantes”.
Nuevo complemento de maternidad y paternidad para reducir la brecha de género
Ayuso considera que “el complemento de maternidad es valiente en cuanto a que intenta corregir la brecha de género y es algo que se hace en otros países, premiar la fertilidad de la mujer”. Señala también la relevancia de que “no es un porcentaje de pensión sino una cuantía fija, un valor que se te va a añadir a la pensión independientemente de cuál sea esta pensión media”.
Fuster opina que hay que trabajar en “políticas importantes para la mujer como que haya más subvenciones para las escuelas infantiles para niños menores de 3 años, porque aquí hay un elemento de participación de la mujer muy elevado”.
De este modo, trabajando el elemento educacional desde bien temprano y creando políticas que favorezcan el entorno laboral y empresarial para las mujeres, estaremos avanzando para reducir esta brecha de género que, como apuntan las expertas, también influye en la pensión por jubilación.
