Juan Carlos Alcaide, profesor de la escuela de negocios y marketing ESIC y CEO y fundador de The Silver Economy Company, autor de «Silver economy. Mayores de 65: el nuevo target», analiza el reto económico ante la longevidad.
El mundo entero envejece. La Comisión Europea estima que en Europa, en 2060, una de cada tres personas tendrá más de 65 años. Además, según la ONU y su informe ‘Perspectivas de la Población Mundial’, el número de personas mayores (60 años o más) se habrá duplicado para el año 2050.
La gente con pasado es el futuro y la Silver Economy ha surgido de la necesidad de que exista una economía que se preocupe y se ocupe de este sector poblacional, tan amplio y diverso.
Silver Economy es poner el foco, desde los poderes públicos y privados, en el hecho incontrovertible del envejecimiento poblacional que, muy específicamente en España, nos obliga a poner el acento en el reto demográfico que supone tener una sociedad envejecida con mayores cuasi centenarios, cuidados por sus hijos septuagenarios, a su vez cuidados por la segunda generación de inmigrantes y ayudados todos por las tecnologías, auténtica esperanza de generación de productividad.
Pero la Silver Economy va más allá y es que también se encarga de atender la demanda de las familias y stakeholders que se ven impactados por cuidar, ayudar o atender a las personas mayores.
Por tanto, el reto de la Silver Economy es fruto de un hecho muy positivo. Un logro de la humanidad que trae grandes oportunidades: la longevidad, añadir vida a los años y años a la vida.
Todos los sectores se verán afectados por el envejecimiento de la población y, por consiguiente, las oportunidades de negocio son muchas y en todos ellos. Además, hay que tener en cuenta que se calcula que la población silver tiene una capacidad de gasto de más de 3.000 billones de euros. Cifra que ascenderá previsiblemente en los próximos años.
Productos y servicios
En este sentido, la silverización de productos y servicios se vuelve inevitable. Esto es que todas las empresas y organizaciones deben prepararse para ofrecer productos y servicios adaptados al sector sénior de la población. De este modo, la Silver Economy debe contemplarse desde el sector sanitario, el sector financiero, el sector estético y de cuidados, el sector alimentario, el sector de la movilidad, desde las ciudades, desde el sector turístico y de ocio, desde el sector seguros y, por supuesto, desde el sector tecnológico, con el desarrollo de las llamadas age tech, tecnologías que estarán implicadas en las soluciones utilizadas por otros sectores y que facilitarán la vida al adulto mayor significativamente.
Como ejemplos, hay que reinventar la oferta de manufacturas, fabricando productos con envases usables por todos, fáciles de abrir. También hay que reinventar la moda y dirigirla a todo tipo de personas. Repensar el turismo y la cultura, con el objetivo de paliar la soledad y fomentar la socialización y la integración inter generacional. Focalizar y desarrollar la tecnología para atender una enorme demanda de cuidados e implementar la domótica. Reorientar la industria del seguro y las pensiones, con servicios exclusivos para los mayores. Repensar los sistemas de planificación financiera. Repensar la vivienda y apostar por nuevas fórmulas como el cohousing, los pisos tutelados o la adaptación de las residencias de mayores para que sean más amigables.
El definitiva, se trata de trabajar desde una perspectiva sénior friendly o, lo que es lo mismo, desde una perspectiva de ser “amigable” con las personas mayores. Al fin y al cabo, el objetivo es proporcionar una vida saludable y llena de comodidades a los mayores, por un lado; y facilitar la vida en comunidad, a través de la integración y la socialización, por otro.
7 principios de la Silver Economy
En esta dirección debe ir la Silver Economy y en esta misma línea debe ir el marketing dirigido a este colectivo. Hablamos entonces de sénior marketing, que es aquel marketing dirigido a los mayores y a las personas de su entorno (ya sea familia, ciudadores, tutores…). La comunicación debe contemplar los 7 principios de la Silver Economy:
- Todos tenemos derecho a un envejecimiento digno.
- Es lícito y ético ganar dinero, mejorando la vida de los mayores. Hay que potenciar el emprendimiento en Silver Economy para un mayor bienestar social.
- No existen viejos ni viejas. Hay que poner en valor “la sabiduría de la edad”.
- El envejecimiento es algo positivo y activo: todos necesitamos aprovechar el tiempo incierto que nos queda.
- La idea de amparo es esencial. La Silver Economy no es dependencia o cuidados, solamente. Hay mucho más, pero la idea de amparar al frágil es vital.
- Es necesario planificar la vida más longeva.
- Un ecosistema silver tech es urgente y la productividad que aporta la tecnología y las facilidades para la vida cotidiana son esenciales.
La pandemia, por desgracia, nos está haciendo tomar conciencia de que mimar a los mayores es una cuestión de dignidad individual y social. Vivir es envejecer y nuestra obligación como sociedad es devolver a los mayores todo lo que recibimos de su parte y garantizar su bienestar.
