¿Qué es la Ley de Dependencia y para qué sirve?

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En ocasiones, por determinadas circunstancias, la vida se complica y nos podemos ver envueltos en una enfermedad o discapacidad que requiera de ayuda de una tercera persona para llevar a cabo las necesidades básicas de la vida. Pero hay un aspecto que de una u otra manera nos afectará a todos la dependencia. Nos referimos a la longevidad, esa buena noticia de que viviremos más años, pero también que tendremos más probabilidad de ser dependientes.

De hecho, un informe elaborado por el Instituto Santalucía y AFI titulado, “La dependencia en España. La contingencia del siglo XXI”, afirma que para 2030, casi el 5% de las personas mayores de 65 años sufrirán gran dependencia, que es el tercer peor de los grados y que implica asistencia las 24 horas de una tercera persona, coma vamos a ver más adelante.  

Para cubrir estas necesidades y facilitar la vida a estas personas que no pueden valerse por sí mismas, desde el 30 de noviembre de 2006 en España está vigente la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas, la Ley de dependencia, que ampara de forma legal a las personas que se encuentran en una situación complicada para llevar una vida autónoma. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para conocer a fondo sobre qué es la Ley de dependencia.

¿En qué consiste la Ley de dependencia?

Para tener más claro este concepto, comenzamos por conocer bien qué es la Ley de dependencia. Esta se aplica a todas aquellas personas que por diferentes circunstancias como: la avanzada edad, discapacidad o enfermedad son dependientes de forma permanente, debido a no tener una autonomía física, sensorial o mental.

De esta manera, estas personas necesitan una ayuda social, de una o varias personas, para poder llevar una vida diaria lo más cercana a la normalidad. Por ello, esta normativa ofrece una serie de servicios y prestaciones destinados a la generación de una mayor autonomía personal. También contempla la protección y atención a estas personas mediante servicios, tanto públicos como privados.

Tipos y grados de dependencia

Dentro de este amparo legal para estas personas existen varios tipos y grados la dependencia, ya que cada persona tiene una situación médica distinta y por lo que precisa de servicios y prestaciones diferentes.

Se considera que una persona es dependiente cuando necesita ayuda para hacer cualquiera de las actividades cotidianas como comer, andar, bañarse, administrar sus medicamentos…, es decir, realizar Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD). En definitiva, lo que veníamos comentando con anterioridad, no tener una plena autonomía personal diaria. A raíz de esto, la dependencia se puede dividir en tres grupos: Grado I, Grado II y Grado III.

Dependencia de Grado I

Es denominada como dependencia moderada, ya que se refiere a personas que requieren servicios de asistencia y atención de forma temporal una vez al día para poder realizar las distintas actividades de la vida cotidiana.

Dependencia de Grado II

En este caso, se denomina como dependencia severa. Se da cuando la persona precisa servicios de asistencia y atención dos o tres veces al día para realizar actividades cotidianas, pero sin necesitar el apoyo constante de un cuidador.

Dependencia de Grado III

Ahora hablamos de la llamada gran dependencia porque la persona que lo solicita necesita un servicio de apoyo constante para realizar las actividades cotidianas varias veces al día y precisa de una atención y un apoyo continuado de un cuidador.

Requistos

Para poder beneficiarse de la Ley de dependencia es necesario haber sido valorado con una resolución de persona dependiente con un determinado grado de dependencia por el órgano evaluador de la correspondiente Comunidad Autónoma. Tras esto, es necesario que para poder beneficiarse de la ayuda se cumplan estos requisitos:

  • Tener nacionalidad española.
  • Vivir en territorio español al menos durante 5 años y los dos últimos tienen que ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud del trámite.

Una vez haber cumplido con estas normas, la persona que solicita la Ley de dependencia puede verse beneficiada, como veíamos anteriormente de varias formas: servicios y prestación económica.

Servicios

Para velar por el bienestar de la persona solicitante y declarada dependiente, esta puede beneficiarse de diferentes tipos de servicios como los siguientes:

  • De prevención de circunstancias de dependencia.
  • De motivación de la autonomía personal.
  • Teleasistencia.
  • Ayuda a domicilio.
  • Centro de Día y de Noche.
  • Atención residencial.

Prestaciones económicas

En cuanto a las prestaciones económicas de las que se pueden beneficiar las personas que solicitan la Ley de dependencia son las siguientes:

  • Para el cuidado y las necesidades del ambiente familiar y para la ayuda a los cuidadores no profesionales.
  • Vinculada a la contratación de un servicio asignado de carácter privado cuando no sea posible el acceso a uno público o concertado.
  • Para la contratación de una persona que asista y ayude al solicitante a realizar las actividades de su vida cotidiana. 
Grados de dependenciaGrado I (euros/mes)Grado II (euros/mes)Grado III (euros/mes)
Prestación Vinculada al Servicio (PEVS)           300  300-426,12  429,04-715,07
Prestación para Cuidados en el Entorno Familiar (PECEF)          153    201,59-268,79    290,73-387,64
Prestaciones de Asistencia de Personal (PEAP)         300  300-426,12  429,04-715,07

Según el citado informe, el coste anual de contratar a una persona durante una jornada de ocho horas para el cuidado es de media 20.000 euros al año. Si hacemos cálculos, este coste supone 1,6 veces la pensión media de jubilación entre 80 y 84 años, por lo que sin duda tendremos que complementar la prestación con el ahorro que hayamos ido acumulando con los años.  

Cómo se tramita la Ley de dependencia

La obtención de un grado de dependencia lleva un proceso previo de valoración del cual se encarga el órgano evaluador de cada Comunidad Autónoma. Para elaborar una valoración, por norma general, los expertos, tras haber analizado los informes médicos previamente presentados, se trasladan al hogar del solicitante para evaluar las ayudas, servicios y prestaciones que necesita, así como las condiciones en las que vive y la situación en la que se encuentra.

Por otra parte, en el caso de que una persona tenga previamente reconocida una gran invalidez por incapacidad de forma permanente, ya es considerada una persona en circunstancias de dependencia.

Tras haber realizado la valoración correspondiente y haber determinado un grado de dependencia, se procederá a dictar la resolución y se realizará un Plan Individual de Atención (PIA) para la persona dependiente. Este plan incluye los servicios, necesidades y atenciones que requiere esta persona, al mismo tiempo, también se determina las prestaciones económicas previstas. La persona que solicita la Ley de Dependencia puede escoger las modalidades en las que se va a intervenir en su caso.

Ahora que sabes qué es la ley de dependencia, te invitamos a ver nuestra guía “La dependencia en España. La contingencia del siglo XXI” y puedas hacer una planificación financiera para hacer frente a ella.

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