Las fiestas de Navidad están a la vuelta de la esquina y con ellas llega también la temida cuesta de enero. Si quieres algunos consejos para evitar que sea demasiado empinada, toma nota. ¡Estás a tiempo!
Qué es la cuesta de enero
La cuesta de enero es una expresión referida a la acumulación de gastos en el citado mes como consecuencia de los gastos extraordinarios realizados durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Esta acumulación de facturas puede hacer que el inicio del año sea financieramente complicado.
¿Cuánto dura?
Depende de la situación financiera personal, pero comienza con los gastos navideños de diciembre que, incluso se pueden adelantar animados por el Black Friday (ultimo viernes de noviembre), un hábito importado de EEUU que supone un descuento en productos, y que se extiende a enero por el final de las fiestas de Navidad.
¿Cuáles son los gastos habituales de la cuesta de enero?
Los gastos habituales durante la cuesta de enero pueden variar según las costumbres y el estilo de vida de cada persona, pero suelen incluir los siguientes aspectos:
Regalos de Navidad
La compra de regalos para familiares es uno de los gastos más significativos durante las fiestas de Navidad, entre Nochebuena y los Reyes Magos.
Comida y bebida
Las cenas y comidas festivas con la familia en estos días se multiplican para celebrar Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes Magos, pero también para celebrar con amigos.
Decoraciones y adornos
La decoración del hogar, el árbol de Navidad, las luces y otros elementos festivos también pueden ser una fuente de gastos.
Viajes
Muchas personas viajan para visitar a familiares durante las festividades e incluso celebran el fin de año en algún sitio especial, en un día que es especialmente caro en alojamientos y restauración.
Ocio
Además de las comidas o cenas en restaurantes, suelen estrenarse estos días eventos en directo producidos exprofeso.
Ropa y moda
Muchas personas compran ropa nueva o trajes para las celebraciones.
Consejos para afrontarla: 5 claves
Afrontar la cuesta de enero para hacerla más llevadera y evitar problemas financieros requiere de una planificación adecuada y la adopción de hábitos de gasto y ahorro responsables.
Establece un presupuesto navideño
Antes de las fiestas, crea un presupuesto detallado que incluya los gastos relacionados con las celebraciones navideñas que se han mencionado anteriormente. Asegúrate de asignar una cantidad específica para cada categoría de gastos y respeta ese presupuesto durante las compras navideñas.
Compra con antelación
La anticipación es clave para ahorrar, especialmente en alimentación. Conforme se van acercando los días festivos, los precios de los productos más consumidos estos días se van encareciendo por la mayor demanda.
Evita el endeudamiento excesivo
Si abonas los gastos con tarjeta de crédito, asegúrate de pagarlos a final de mes y no lo hagas a plazos, pues las entidades te cobrarán intereses elevados. No recurras a los microcréditos, esos préstamos rápidos que aparentemente son pocas cantidades, pero que cuentan con intereses mucho mayores y tienden a convertirse en una bola de nieve.
Planifica tus gastos en enero
Antes de que llegue enero, haz una lista de tus gastos regulares que tengas como seguros, impuestos u otros y asegúrate de tener dinero para cubrirlos antes de comenzar las compras navideñas.
Crea un plan de ahorro
¿Por qué no abrir una cuenta de ahorro específica para las fiestas navideñas? Puede que ya lleguemos tarde, pero para el próximo año desarrolla el hábito de ahorrar una cantidad periódica a lo largo del año para cubrir los gastos de diciembre y enero y no te encontrarás con que la cuesta de enero se te echa encima.
La clave para afrontar la cuesta de enero es la planificación y la responsabilidad financiera. Al establecer un presupuesto, comprar con antelación, evitar el endeudamiento excesivo y ahorrar de manera constante, podrás disfrutar de las fiestas navideñas sin poner en riesgo tu estabilidad financiera en enero.
Y este planteamiento es extensivo a la cuesta de septiembre, que se produce al finalizar las vacaciones de verano y comenzar el curso escolar, lo que hace que también se multipliquen los gastos.
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