El fin de la infancia y el inicio en la vida adulta. Se trata de un momento de cambios en el que la independencia va ganando terreno progresivamente. Como padres, debemos seguir fomentando los valores de ahorro que se transmitieron en la infancia, sin olvidarnos de introducir otros nuevos que los vayan llevando hacia la vida adulta. A esta edad, las ganas de libertad están muy latentes y hay que tenerlo en cuenta a la hora de ahorrar: para que no caigan en el despilfarro y la infravaloración del dinero, debemos guiarlos en sus ahorros.
Predicar con el ejemplo
Debemos continuar con el hábito de compartir la economía familiar con nuestros hijos y hacerlos partícipes, a un mayor nivel que en edades más tempranas. Es buena idea involucrarlos en el presupuesto familiar, con ello conseguiremos que conozcan las prioridades a nivel de gastos y ahorro. Si nosotros, como padres, no realizamos gastos compulsivos y reflexionamos con nuestros hijos antes de comprar, inculcaremos en ellos una rutina de valoración de gastos fundamental a la hora de ahorrar.
Ahorro con objetivos
Es un buen momento para establecer dinámicas de ahorro enfocadas a objetivos importantes, como puede ser estudiar en el extranjero o pagar ese ansiado viaje con amigos. Estos objetivos pueden ser fuertes incentivos a la hora de ahorrar y concienciar para que valoren el dinero.
También puede ser el momento de entrar en contacto con las entidades bancarias y depositar en una cuenta de ahorro los ingresos que perciben (becas, regalos en forma de dinero o una parte de la “paga”). Un seguro de vida ahorro garantizado puede ser adecuado para padres que quieren asegurar el futuro de sus hijos ante una contingencia grave a la vez que consiguen ahorrar tranquilamente y sin sobresaltos de manera periódica.
Asumir responsabilidades
Es el momento de que contribuyan a sus gastos, y no solo a sus caprichos, con el dinero que perciben. Con el objetivo de que asuman responsabilidades, podemos negociar con ellos el porcentaje de la “paga” que pueden destinar a contribuir al pago de sus gastos, como el contrato del teléfono móvil, clases particulares o inscripciones deportivas.
Buscar rentabilidad
Si contamos con conocimientos financieros, podemos acompañarles en el mundo de las inversiones para proporcionar rentabilidad a los ahorros a largo plazo. Es importante hacerlos comprender la relación entre riesgo y rentabilidad de manera que les guiemos en una rentabilidad responsable. Los adolescentes juegan con ventaja: ¡tienen toda la vida por delante!
Algunos productos recomendados
Expertos consultados por el Instituto Santalucía recomiendan, en esta franja de edad, seguir parámetros similares a la etapa anterior, teniendo en cuanta que es lógico se pueda producir un nivel de gasto superior. En este sentido libretas de ahorro y un seguro de vida ahorro garantizado, para que nuestros hijos dispongan de una base económica que les permita en un futuro elegir universidad, cursar estudios en el extranjero o realizar los planes que deseen, se configuran como los productos más adecuados.
También este seguro de vida de ahorro garantizado es adecuado para padres que quieren asegurar el futuro de sus hijos ante una contingencia grave a la vez que consiguen ahorrar tranquilamente y sin sobresaltos de manera periódica.