Se celebra el Día Mundial del Ahorro y somos muchos los que estamos interesados en aumentar nuestros ahorros pero, muchas veces, no tenemos claro cómo hacerlo. Desde el Instituto Santalucía queremos ofrecerte unos pequeños consejos que te ayudarán a ahorrar de forma fácil y eficiente en los llamados gastos hormiga; esos pequeños gastos que realizamos de manera casi automática sin reparar en su impacto en la economía familiar o creyendo que este impacto al final de mes no es muy relevante.
Estos pequeños gastos están por todas partes y no solemos darles mucha importancia: el café de media mañana, movernos en transporte público en lugar de desplazarnos andando, el periódico diario, las propinas, los snacks… Son gastos que asumimos cada día que pueden suponer un volumen de gasto considerable al final de mes y, lo más importante, se pueden evitar.
¿Cómo controlar los gastos hormiga?
Lo importante en este caso es identificarlos, anotarlos y calcular su valor total. Una vez percibida esta cantidad, deberemos tenerlo en cuenta cada vez que saquemos la cartera en el día a día y evitarlos en la medida de lo posible, de acuerdo con nuestro bolsillo y también con nuestro bienestar personal. A continuación enumeramos 5 consejos para tratar de evitar estos gastos:
1.- Haz un registro de gastos
Aunque, a priori resulte una tarea pesada, el resultado nos mostrará en detalle en qué gastos diarios se nos va el dinero cada mes. De este modo, los gastos hormiga serán detectados y podremos valorar su reducción considerando si realmente son necesarios para nosotros o simplemente, son gastos que hacemos por inercia.
2.- Define un presupuesto
Establecer un presupuesto puede ser también una buena medida de ahorro. De este modo, podremos controlar los gastos de forma más ajustada y, si no queremos renunciar a todos los gastos hormiga, podremos elegir destinar a estos una parte de nuestros ingresos.
3.- Márcate unos objetivos
Fijar unos objetivos de ahorro, como por ejemplo las vacaciones o la universidad de nuestros hijos, nos ayudará a focalizarnos más en este ahorro y a conseguirlo. Estos objetivos nos motivan a reducir los pequeños gastos para alcanzar nuestras metas.
4.- Prescinde de lo que no utilices
A veces mantenemos cosas que no utilizamos como, por ejemplo, una cuenta en el banco y pasamos por alto que esta cuenta sigue generando unos gastos y unas comisiones. Lo mismo ocurre con las tarifas de teléfono, Internet o canales de pago que, muchas veces, no se ajustan a nuestro consumo real. Prescindir de estos contratos, renegociarlos o ajustarlos a nuestras necesidades concretas, puede hacer que ahorremos una suma de dinero considerable a final de mes.
5.- Cíñete a la lista de la compra
Otro buen truco es hacer una lista de la compra con todo aquello que necesitamos y ceñirnos a ella de forma que evitemos caprichos y productos que realmente no necesitamos para nuestro hogar.
En resumen, siendo conscientes de estos gastos hormiga y tratando de evitar algunos de ellos, nuestra capacidad de ahorro aumentará.
Pero este proceso de ahorro debe implicar también una reflexión sobre nuestra forma de vida y cómo enfocamos nuestros gastos. Debemos preguntarnos si realmente fueron necesarios para nosotros o, por el contrario, podríamos haber prescindido de ellos.