Los españoles gestionan sus finanzas personales a través del control del gasto y del ahorro. La primera encuesta realizada por Funcas en el marco del ‘Programa Funcas de Estímulo de la Educación Financiera’ se centra en los comportamientos relacionados con el control de gastos regulares y revela que, si bien la mayoría de la población controla sus gastos de forma aproximada (58%), un tercio lo hace de manera bastante estricta (34%) y algo menos de uno de cada 10 declara no controlarlos habitualmente (8%).
Según concluye el estudio, cuanto más bajo es el nivel educativo, mayor es el porcentaje de quienes controlan estrictamente los gastos: lo hace el 42% de quienes no tienen estudios de ESO frente al 31% de quienes cuentan con estudios universitarios. Por edades, la proporción de quienes no suelen controlar los gastos es mayor entre los muy jóvenes (18-24 años) y entre los mayores de 60 años: 12% en ambos casos, el doble de porcentaje de quienes tienen entre 40 y 59 años (6%).
De igual forma, el seguimiento frecuente de las finanzas y el control del gasto se traducen en que, a día de hoy, no gastamos más de lo que ingresamos. El 77% de la población asegura que nunca o solo infrecuentemente gasta más de lo que dispone y solo una minoría actúa de forma contraria. Los jóvenes y los mayores se asemejan en este comportamiento y destacan entre quienes nunca o casi nunca gastan más de lo que disponen.
Otra de las conclusiones que revela el estudio de Funcas, la población española considera ahorrar la postura más razonable tanto si recibiera un ingreso extraordinario como si aumentaran sus ingresos de forma regular. Casi tres de cada cuatro afirman que, si recibieran 200 euros, los ahorrarían, la mayoría sin un fin concreto, mientras que en torno a uno de cada cinco los gastaría. La proporción de quienes optarían por el ahorro aumenta si el ingreso que se percibe es de 1.000 euros.
En tal caso, cuatro de cada cinco afirman que lo ahorrarían, aumentando los que lo harían para un fin concreto. Cuando, en lugar de unos ingresos extraordinarios puntuales, se plantea la posibilidad de un incremento de los ingresos regulares en un 10%, la mayor parte de los entrevistados, el 64%, también apuesta por ahorrarlos, aunque casi uno de cada cinco señala que adaptaría su estilo de vida a la nueva situación económica. La opción por la inversión de esos recursos adicionales en planes de pensiones o en algún producto similar es minoritaria. Solo lo haría un 5%, por debajo de la opción de dedicar estos ingresos al ocio (7%) o a la compra de productos o servicios para el hogar (6%).
Los jóvenes y el ahorro
El estudio hace foco en los más jóvenes. Del mismo, se desprende que las respuestas favorables al ahorro entre los jóvenes llaman la atención. Más de cuatro de cada cinco entrevistados de entre 18 y 24 años contestan que ahorrarían un ingreso extraordinario, mientras que solo un 10% lo gastaría en un capricho. Es más, gastar más de lo que se ingresa es algo poco frecuente entre los que tienen menos de 30 años. El 70% de ellos afirma que esta circunstancia no suele ocurrirle.
Además, los jóvenes son los que más de acuerdo se muestran con la frase de “todos deberíamos aprender a ahorrar desde pequeños”. El apoyo con que cuenta esta afirmación entre los menores de 30 años es de 8,7 sobre 10, frente al 8,5 que alcanza de media en el conjunto de la población.