El Banco de España (BDE) ha publicado la esperada “Encuesta Financiera de las Familias 2014”, encuesta que alcanza su quinta edición y que refleja los cambios que se han producido entre 2011 y 2014. La fotografía que arroja este estudio no pude ser más clara: la crisis ya tiene perdedores. Los jóvenes, junto a los parados de larga duración, sufrieron el severo impacto del paro y los bajos salarios. Los pensionistas fueron los que menos se vieron perjudicados gracias a la renta garantizada de la jubilación pública.
A la hora de poner datos a esta fotografía, la disminución de la riqueza media fue generalizada para todos los hogares, exceptuando los hogares cuyo cabeza de familia tenía una edad comprendida entre 65 y 74 años, los cuales vieron aumentar su renta. La renta de los hogares jóvenes descendió un 22,5% entre 2011 y 2014, mientras que para los jubilados aumentó un 11,3%. Ese aumento de la renta de los mayores se explica por las prestaciones cada vez más altas de los jubilados, que cuentan con carreras laborales largas y cotizaciones mayores. Por el contrario, los hogares jóvenes se enfrentaban a un panorama desfavorable de elevada tasa de paro, que afectaba especialmente a este colectivo, que, además, contaba con sueldos bajos.
Los hogares jóvenes y pobres fueron los más afectados, en términos de riqueza de las familias, mientras que aquellos cuyo cabeza de familia tiene entre 65 y 75 años evitaron el descenso. La vivienda fue el activo más importante de las familias, representa el 57,4% del valor de los activos reales para el conjunto de hogares. En cuanto a activos financieros, las cuentas bancarias constituyen el 34,7% del valor, seguidas de las acciones no cotizadas y participaciones (17,8%) y de los planes de pensiones (15,1%), las acciones cotizadas (12,6%), los fondos de inversión (9%) y los valores de renta fija (0,6%).
En este contexto de recesión, la creación de hogares mantuvo una tendencia decreciente. Los hogares jóvenes –aquellos cuyo cabeza de familia tiene menos de 35 años, un 9% del total de hogares– perdieron peso, disminuyeron 4 puntos porcentuales con respecto a 2008, mientras que los hogares unipersonales (25% del total) formados por mayores de 65 años ascendieron hasta el 53%, dato relacionado con el envejecimiento de la población.
El BDE explica las particularidades de esta etapa en la que se produjo la segunda recesión. Las tasas de paro repuntaron hasta alcanzar un máximo de casi el 26,9% de la población activa en el primer trimestre de 2013, afectando especialmente a los jóvenes. La inflación se mantuvo y no se desaceleró hasta la segunda mitad de 2014.
La Encuesta Financiera de las Familias (EFF) es una encuesta elaborada por el Banco de España que proporciona información detallada sobre las rentas, los activos, las deudas y el gasto de los hogares españoles.