Cómo preparar la mente y el cuerpo para la longevidad

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¿Cómo prepararnos para la longevidad desde un punto de vista de la salud? ¿Qué hábitos saludables deberíamos incorporar para afrontar una larga vida? ¿Hacia dónde llevamos el autocuidado? La experta Bárbara Rey Actis, fundadora de la consultora Longevity Iniciatives y autora del libro “Una longevidad con sentido”, nos da las claves en un nuevo podcast.

En tu libro hablas de que se está empezando a trabajar la idea de “ser nuestro propio médico”. ¿A qué te refieres exactamente?

Pensamos que cuidar nuestra salud es curarnos enfermedades, pero la propuesta que yo hago es hacer un poco gala de lo que propone la Organización Mundial de la Salud que define a la salud como el estado completo de bienestar físico y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. ¿Qué quiere decir esto? Nosotros, como personas, podemos tomar las riendas de nuestro propio estado de salud y tratar de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mantener la salud y evitar enfermarnos. Hablamos, sobre todo, de temas que tienen que ver con el autocuidado. Tenemos a nuestra disposición muchísimos recursos: desde la propia ciencia, la medicina, la tecnología que nos facilitan el poder monitorizarnos y el saber identificar señales tempranas de que algo puede no estar yendo bien. A lo que me refiero concretamente es a saber y entender por qué envejecemos, cuáles son las típicas enfermedades que tenemos y, sobre todo, qué aspectos de nuestra vida tenemos y podemos cuidar por nosotros mismos, sin tener que depender en primera instancia de acudir a un médico.

Los avances médicos y tecnológicos, así como el mejor cuidado de la salud a nivel deportivo y alimentación contribuyen a aumentar la esperanza de vida. De hecho, España es uno de los países más longevos, con una esperanza de vida de 84 años, dato que recientemente ha aumentado. ¿Cómo está evolucionando este indicador y qué se espera?

La esperanza de vida es un indicador que se va actualizando de manera permanente, con lo cual podemos esperar que esta esperanza de vida de 84 años siga creciendo a razón de dos meses de incremento por cada año que vivimos. Esto, sin tener en cuenta, que no surja ningún avance exponencial o que haya algo que nos permita alcanzar la famosa velocidad de escape, que es a la que apuntan algunos científicos, y que se refiere a que en algún momento la esperanza de vida que ganemos va a ser superior al año natural que pase. Estamos todavía en una fase que los científicos llaman de prevención. Es decir, la esperanza de vida que tenemos se sigue incrementando, pero porque básicamente estamos enfocados en prevenir muertes prematuras. En lo que se está trabajando de manera paralela es en poder extender la esperanza de vida. Estamos hablando ya de los súper centenarios, de personas que llegan a vivir 115-120 años.

En tu libro te detienes ampliamente en los daños en el cerebro propio de la edad y, además, es una de las cosas que más preocupan en esta etapa: pérdida de memoria, velocidad de procesar la información. ¿Podemos trabajarlo?

La respuesta rápida y sencilla es que sí podemos trabajar sobre todo en la prevención de las enfermedades de deterioro cognitivo. Podemos actuar en ese plano y lo podemos hacer desde diferentes aspectos. Por supuesto que lo más rápido y lo que siempre propongo es mantenernos mentalmente activos, porque esas bajadas de atención o de memoria se producen curiosamente cuando las personas nos jubilamos. Es decir, no es que a los 60 años tu memoria cae, sino que a partir de esa edad nos empezamos a jubilar. Todo lo que podamos hacer para mantenernos mentalmente activos cognitivamente: seguir estudiando, trabajando. Además de realizar unas pequeñas pautas para tener una salud mental plena como tener actitud positiva. Numerosos estudios demuestran que la actitud positiva sostiene y mantiene nuestro estado mental sano, además, por supuesto, de practicar ejercicio físico de intensidad media alta, practicar la restricción calórica como el ayuno intermitente. Dejo dos datos curiosos. Se ha demostrado científicamente que los placebos tienen un impacto positivo en la prevención del deterioro cognitivo, así como también masticar pues oxigena nuestra mente. Además de determinados suplementos como la vitamina B12 y especialmente los ácidos grasos de omega 3 y el ácido fólico.

Además del mental, a nivel físico, ¿qué hábitos saludables se deberían incorporar para abordar una larga vida?

La mayor propuesta de cara a la longevidad, que quiere decir prevenir el desarrollo de enfermedades y vivir más años, es abrazar la filosofía del autocuidado. Es decir, todo lo que esté en nuestras manos y que sea preventivo va a ir bien en pos de la longevidad. A nivel de autocuidado hay 3 pilares básicos fundamentales que es la alimentación consciente (el estómago al 80%), el movimiento (mantener nuestro físico activo a lo largo del día) y una correcta higiene de sueño, el descanso para poder recuperarnos, para poder hacer todos los procesos de depuración mental, todos los procesos de cambio hormonales que tiene que hacer el cuerpo mientras dormimos. Por supuesto, dormir de noche, ser diurnos.

Escucha el podcast completo y cómo está respondiendo el sistema de la Seguridad Social y cómo anticiparnos económicamente para afrontar el riesgo de sufrir dependencia grave con la longevidad.

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