En la vida del ser humano, el dinero no es un fin en sí mismo. Hay una serie de activos intangibles como son la familia, los amigos o la salud, cuya consecución marcará todo nuestra felicidad y éxito. Para casi todas las personas, para disfrutar una buena vida de los 100 años es clave poder alcanzar el equilibrio entre los aspectos tangibles (dinero, laboral) e intangibles. La gama de posibles activos intangibles es potencialmente muy amplia y puede hacer factores innatos o genéticos que influyan en nuestro destino como personas.
Al igual que con los activos tangibles, estos intangibles requieren de una medición, valoración y gestión por nuestra parte para mantenerlos y maximizar los beneficios que producen en nuestras vidas. Para poder analizarlos, la vida de 100 años divide los activos en tres categorías distintas:
- Activos productivos: ayudan a las personas a ser productivas y exitosas en su profesión, y deberían impulsar la renta de quienes cuentan con ellos.
- Activos vitales: salud física, mental y bienestar. Incluiremos las relaciones familiares y personales además de la salud y estado físico personal.
- Activos transformacionales: en la vida de 100 años, la capacidad de transformarnos y aprender será importante en el desarrollo de una vida exitosa. Este grupo de activos, infrautilizados en el pasado, será de vital importancia en el futuro.
Activos productivos
Stock de competencias y conocimientos valiosos: formación, experiencia, aprendizaje… toda inversión de tiempo en el desarrollo de las capacidades profesionales.
Rentabilidad del aprendizaje y la formación: tal y como se explica en el primer capítulo del libro La vida de 100 años, la vida de las tres etapas está llegando a su final, transformando los momentos de aprendizaje. En la Vida de 100 años, la adquisición de nuevas competencias y especializaciones se convertirá en un empeño de toda la vida, con la necesidad de ir adaptándolo a las necesidades y cambios del mercado laboral.
Valorar el conocimiento: acumular un stock de competencias y conocimientos que sean valiosos, tanto por su demanda como por su singularidad. El desarrollo de la tecnología y la inteligencia artificial crearán nuevas necesidades y hará obsoletos conocimientos y procesos llevados a cabo por el ser humano.
Colegas: para conseguir que el conocimiento sea productivo, es necesaria una labor de equipo, rodearnos de colegas que nos ayuden a desarrollar nuestros conocimientos y nivel de productividad. Las redes de colegas y asociados son vitales para determinar el rendimiento de un individuo y disparar su productividad e innovación.
Reputación: la marca personal nos facilita la interacción con individuos y crea un nivel de expectativas o confianza en el resto de los individuos. Esta reputación se adquiere a través de dos factores principales: por la experiencia directa con la persona y por la asociación con terceros. Esta reputación es uno de los hilos que conectará a los activos intangibles y permitirá ponerlos en práctica y conocer nuevos horizontes. Plataformas como las redes sociales, exponen la marca personal a un público más amplio durante periodos más extensos, lo que provoca la necesidad de coherencia en todos nuestros ámbitos.
Activos Vitales
Salud y bienestar: el aumento de la esperanza de vida no nos asegura la salud. Es necesario seguir buenos consejos y practicas sobre cómo llevar una vida saludable para sacar el máximo partido a los avances en este sentido. Este bienestar físico también sirve para cuidar y mantener un cerebro saludable y en buen funcionamiento. El cerebro se comporta como un musculo, de modo que hay que ejercitarle para que se desarrolle y mejore sus prestaciones.
Vidas Equilibradas: la vida personal y laboral no son existencias herméticamente cerradas. Gestionar el estrés es un aspecto vital a la hora de gestionar los activos intangibles.
Amistades regenerativas: red de amigos íntimos y positivos. Esta red nos permite mantenernos sanos y felices. Son relaciones que se construyen durante años y están ancladas emocionalmente en nosotros, definiendo nuestra identidad vital.
Activos transformacionales
Son aquellos activos que ayudan a aumentar las posibilidades de éxito durante las transiciones y reducen la incertidumbre y el coste del cambio. No sabemos cómo será la vida en el futuro, pero podemos realizar una serie de predicciones que nos permita adaptar nuestras actitudes y aptitudes a las necesidades reales.
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Desde el Instituto santalucía, seguimos compartiendo con vosotros, periódicamente, capítulos de este libro que invita a la reflexión, a pensar sobre cómo vamos a organizar nuestro tiempo, sobre cómo vamos a afrontar nuestra carrera laboral y nuestra vida, en general, para aprovecharla al máximo. Porque vivir más tiempo es un reto para empresas y gobiernos, pero también para los ciudadanos.