Pensiómetro del segundo trimestre de 2021: son necesarias reformas estructurales para reducir el déficit contributivo

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En la cuarta edición de El Pensiómetro, el barómetro de las pensiones del Instituto Santalucía, se han actualizado 15 de los 20 indicadores del sistema público de pensiones.

Edad efectiva de jubilación

No se ha visto alterada apenas en el último año pese a haber aumentado en dos meses la edad legal de jubilación hasta los 66 años en 2021. En concreto, subió de 64,58 en marzo de 2020 a 64,62 años marzo de 2021. Desde la entrada en vigor de la Ley 27/2011, la edad legal de jubilación ha subido un año, mientras que la edad efectiva lo ha hecho en medio año (64,17 en marzo de 2012 o 64,03 años en diciembre de 2012).

Indicador de solidaridad

Continua su tendencia decreciente bajando por segundo trimestre del 5% el peso de los complementos a mínimo en la nómina de pensiones. En 2021 no ha habido una política diferenciadora de subir más las pensiones mínimas y, por tanto, se necesitan menos recursos para garantizar la pensión mínima al ser cada vez mayores los derechos por pensiones.

Indicadores de sostenibilidad

Se mantienen muy similares a los de un año antes, en el inicio de la pandemia.

Número de afiliados por pensionista

Ha bajado ligeramente de 2,14 a 2,12, un mal dato para este primer trimestre ya que en el último año el número de pensionistas apenas ha crecido un 0,09%, debido a los efectos de la pandemia, frente a crecimientos superiores al 1% de años anteriores (en 2020 el crecimiento fue del 0,9% pues recogía los primeros efectos de la pandemia).

lmporte de la pensión media por € medio cotizado

Este dato se sitúa en 2,12 frente a 2,11 de marzo de 2020, una subida poco relevante teniendo en cuenta que sigue habiendo exoneraciones a la cotización que aumentan este indicador al disminuir la cotización media. A largo plazo, este indicador tiene una ligera tendencia a aumentar (desde marzo de 2012 el crecimiento ha sido del 9,8%) independientemente del ciclo económico lo que significa insostenibilidad del sistema, siendo necesaria alguna reforma para que la cotización media crezca igual o más que la pensión media (mayor productividad y salarios) y poder compensar la probable disminución a largo plazo del número de afiliados por pensionista por motivos demográficos.

Generosidad en términos absolutos

Medida a través de la pensión media por pensionista, se sitúa en marzo de 2021 en 1.136,49 euros desde los 1.110,31 del año anterior (+2,4%). Este valor tiende a aumentar de forma continua en el tiempo más que la revalorización normal de las pensiones (0,9% en 2021). Dado que este año no ha habido subidas extraordinarias de ningún tipo de pensión, la diferencia entre ambos incrementos (1,5%) se atribuye exclusivamente al efecto sustitución (nuevas pensiones más altas que las que causan baja).

Brecha de género

Los indicadores recogen una tendencia a largo plazo a su disminución. A nivel agregado, la pensión media de jubilación de mujeres se sitúa en un 66,7% de la de hombres (59,8% hace 9 años). La reducción de la brecha de género agregada continuará en el futuro ya que, en términos marginales, es decir, si se analizan las nuevas pensiones de jubilación, el indicador es superior, situándose en un 79,7%. Marzo de 2021 es el primer mes en el que ha estado en vigor el nuevo complemento para la reducción de la brecha de género y el indicador marginal ha bajado del 82,9% en febrero al 79,7% en marzo. Esta caída habrá que seguirla en los próximos meses para ver si se debe a atrasos en su percepción o a que realmente el nuevo complemento por brecha de género (de cuantía fija por hijo) es menos favorable para las mujeres que el antiguo complemento por maternidad (un porcentaje sobre la pensión).

Indicadores contables de ingresos, gastos y saldo

En la parte contributiva, han seguido recogiendo los efectos de la crisis de la Covid-19, pero con alguna luz al final del túnel en cuanto a los ingresos. Efectivamente, los ingresos por cotizaciones han mostrado ya tasas positivas de crecimiento respecto a los del año anterior (0,5%), tras un año con tasas negativas. El dato de incremento de gastos en pensiones contributivas (-2,8%) es atípico porque en marzo de 2020 se pagaron atrasos de la subida de pensiones de 2020. En el próximo trimestre este efecto calendario habrá desaparecido y esperemos que también el exceso de mortalidad provocado por la Covid-19 con lo que volveremos a tasas de incremento normales alrededor del 4%.

Las ratios de ingresos y gastos contributivos sobre el PIB están algo sobredimensionadas por la gran caída que ha experimentado el PIB anual entre marzo de 2020 y marzo de 2021 (-10%). Con todo, los ingresos contributivos sobre el PIB se han situado en el 10,9% frente al 10,2% de un año antes, mientras que los gastos lo han hecho al 13,8% desde el 12%. Como consecuencia, el déficit contributivo ha escalado en mazo de 2021 hasta los 32.050 millones de euros en términos anuales, un 2,88% del PIB, con un aumento de casi 11.000 millones desde marzo de 2020. El déficit por pensionista se sitúa ya en 3.610 € y el déficit por cotizante en 1.704 €. Estos valores son más de un 50% superiores a los de un año antes y suponen un crecimiento superior al 1.100% con respecto a marzo de 2012.

Creemos, no obstante, que estas cifras serán el pico más alto del actual ciclo y que en los próximos trimestres los datos de déficit tenderán a mejorar al ir desapareciendo los meses malos de la pandemia, aunque sin reformas estructurales mucho deberá crecer la economía para que el déficit contributivo baje del 2% del PIB.

Descárgate el informe completo.

Accede al Pensiómetro.

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