Los precios finalizan el año 2016 con una fuerte subida, cuyo efecto se hace sentir en las pensiones. El Indicador adelantado del Indicador de Precios de Consumo (IPC), publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúa su variación anual en el 1,5% en diciembre, ocho décimas superior a la registrada en noviembre.
La inflación anual estimada del IPC en diciembre de 2016 es del 1,5%, 8 puntos porcentuales superior a la registrada durante el mes de noviembre.
Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de ocho décimas en su tasa anual, ya que en el mes de noviembre esta variación fue del 0,7%.
Este incremento se explica, principalmente, por la subida de los precios de los carburantes (gasoil y gasolina) frente a la bajada que experimentaron el año pasado.
De confirmarse los datos adelantados por el INE, la de 2016 es la primera pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas desde 2012. Por hacer más visible en qué consiste esta pérdida, por ejemplo, tomando como referencia la pensión máxima de este año, que quedó fijada en 2.567 euros, esa pérdida de poder adquisitivo de 1,25 puntos, equivale a 32 euros al mes. Para la mínima, de 636 euros, serían 7,95 euros al mes.
Este aumento de la inflación afecta no solo a los pensionistas, sino que también repercute sobre los funcionarios. Los ingresos para ambos colectivos se prevé que aumentarán por debajo del IPC.