Los planes de pensiones son instrumentos financieros de ahorro a largo plazo en el que el inversor realiza una aportación de capital periódica y cuya finalidad es complementar la pensión de jubilación.
Cada vez es más necesario ahorrar para el día de mañana. Continuamente escuchamos noticias que cuestionan la viabilidad del sistema de pensiones de la Seguridad Social como consecuencia, principalmente, de la baja tasa de natalidad y el aumento de la esperanza de vida.
Los planes de pensiones son el instrumento idóneo para ello, ya que constituyen una fórmula de ahorro privada y voluntaria cuya función es precisamente la previsión social. Es importante aclarar que en ningún caso sustituyen a las pensiones públicas, sino que las complementan.
Supuestos que cubre un plan de pensiones
Como se ha indicado, los planes de pensiones tienen como objetivo principal conseguir un ahorro a largo plazo, y como tal, está incentivado fiscalmente como lo vamos a ver en otro apartado. En consecuencia, el dinero sólo puede ser reembolsado en ciertos supuestos.
- Jubilación. Se produce cuando el partícipe accede a la jubilación en el régimen de la Seguridad Social aplicable, sea ordinaria, anticipada o demorada.
- Incapacidad permanente total para la profesión habitual, absoluta para todo trabajo y gran invalidez, de acuerdo con lo previsto en el régimen de la Seguridad Social correspondiente.
- Fallecimiento.
- Dependencia severa o gran dependencia. Adicionalmente existen determinados supuestos excepcionales en los que el partícipe puede disponer de sus derechos consolidados.
- Paro de larga duración.
- Aportaciones de al menos 10 años de antigüedad (a partir de 2025).
Por lo tanto, no se puede rescatar el plan de pensiones si no se producen estas contingencias.
3 Formas de rescate del plan de pensiones
- En forma de capital: se recibe el capital acumulado en un único pago. La desventaja es que puedes pagar una cantidad elevada de impuestos (ver apartado fiscalidad de los planes de pensiones)
- En forma de renta: se recibe el dinero en pagos periódicos (mensuales, trimestrales, anuales, etc.).
- En forma mixta: como su propio nombre indica, combina las anteriores.
Tipos de planes de pensiones
- Planes de pensiones individuales: ahorro particular invertido en este producto financiero a través de una entidad financiera (gestora, aseguradora, banco). Las aportaciones son voluntarias y periódicas para acumular capital para su jubilación.
- Planes de pensiones de empleo o planes de empleo: promovidos por una empresa o entidad para sus empleados. Un porcentaje de la nómina es invertido en el plan.
- Planes de pensiones de empleo simplificados: son promovidos por las administraciones públicas, entidades financieras, asociaciones u otros colectivos para los autónomos.
Categorías de los planes de pensiones
En función de dónde esté invertido, podemos distinguir:
- Renta variable: es aquel que está formado por activos de renta variable (acciones de empresas cotizadas).
- Renta fija: activos del mercado de deuda pública o privada.
- Mixtos: combinación de los anteriores.
- Garantizados: en este tipo de plan de pensiones existe una garantía externa de un determinado rendimiento.
Hay que tener en cuenta el riesgo que el partícipe esté dispuesto a correr para elegir un plan de pensiones u otro. Esto depende mucho de la edad del partícipe, es decir, de la cercanía de la edad de jubilación. Cuanto mayor sea el horizonte temporal, es decir, el tiempo disponible hasta la retirada de la vida laboral, más riesgo se puede asumir (renta variable), pues el tiempo es el aliado de las inversiones). No dejes de consultar con un asesor independiente.
Fiscalidad de los planes de pensiones
Como se indicaba, los planes de pensiones están incentivados fiscalmente ya que está diseñado para promover el ahorro a largo plazo para la jubilación. Sin embargo, es importante entender cómo funciona tanto en el momento de hacer las aportaciones como en el momento del rescate, ya que hay diferencias significativas entre ambos desde un punto de vista tributario.
Fiscalidad en el momento de las aportaciones
Reducción en la base imponible del IRPF: las aportaciones a un plan de pensiones reducen la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), es decir, el dinero aportado no se incluye en los ingresos que tributan ese año. Esto permite pagar menos impuestos en el ejercicio fiscal en el que se realizan las aportaciones.
Límites de aportación según el tipo de plan:
- Plan de pensiones individual. Ha ido descendiendo desde los 8.000 euros hasta los 1.500 euros anuales.
- Plan de empleo: 8.500 euros adicionales, lo que eleva el límite a un total de 10.000 euros anuales (1.500 + 8.500) para los trabajadores por cuenta ajena.
- Plan de empleo simplificado para autónomos: 4.250 euros que, junto con un plan individual, incrementa el total de un trabajador por cuenta propia a 5.750 euros anuales.
La reducción no puede superar el 30% de los rendimientos netos del trabajo o actividades económicas. Si en un año no se puede aprovechar todo el límite, el exceso puede ser trasladado a los 5 ejercicios siguientes.
Fiscalidad en el momento del rescate
Es en el momento del reembolso, cuando hay que tributar por los derechos consolidados, esto es el capital invertido más los beneficios obtenidos por la gestión del plan. Es decir, hay un diferimiento del pago de impuestos al momento del rescate.
El rescate del plan de pensiones tributa en su totalidad como rendimiento del trabajo, lo que significa que se sumará a tus ingresos del año en que se efectúe el rescate. Esto puede tener un impacto considerable en la cantidad de impuestos a pagar en función de la cantidad rescatada y la modalidad elegida (capital, renta o mixto).
Tramos estatales del impuesto del IRPF
Base imponible | Tipo a aplicar |
Hasta 12.450 euros | 19% |
De 12.450 euros a 20.200 euros | 24% |
De 20.200 euros a 35.200 euros | 30% |
De 35.200 euros a 60.000 euros | 37% |
De 60.000 euros a 300.000 euros | 45% |
A partir de 300.000 euros | 47% |
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