En el segundo cara a cara impulsado por Instituto Santalucía los expertos José Antonio Herce, socio fundador de LoRIS, y Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de la Economía Aplicada, FEDEA, ambos miembros del Foro de Expertos del Instituto Santalucía han debatido sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El debate se produce tras la aprobación por consenso de las recomendaciones del Pacto de Toledo y las propuestas del Gobierno relativas a impulsar el segundo pilar del sistema (los planes de empleo), en detrimento del tercero (planes de pensiones individuales), al reducir su ventaja fiscal.
Balance del Pacto de Toledo
Para Herce, de las 22 recomendaciones del Pacto de Toledo, apenas 8 tienen impacto económico en el sistema, el cual sufre un déficit en la Seguridad Social de cerca de 20.000 millones de euros, aunque “pero no sabemos cuáles son esos efectos porque no tienen una ficha económica”. De esas ocho, tres tienen “un claro signo negativo contra la sostenibilidad del sistema y a otras tres les sucede lo contrario”. El balance que hace el experto es que “el sistema, con suerte, no sufrirá en su estabilidad excesivamente, pero puede ser negativo por los riesgos demográficos”.
La pirámide poblacional dibuja una España envejecida por dos razones. Una, porque la esperanza de vida es mayor, actualmente es de 83 años, y va en aumento; dos, porque a partir de la próxima década la generación de los babyboomers, la más amplia de todas, comenzará a jubilarse. Es decir habrá muchos pensionistas lo que tensiona aún más un sistema de la Seguridad Social que se financia a través de las cotizaciones de la población activa, un colectivo que cada vez es menor por la baja tasa de natalidad y por la precariedad laboral de los jóvenes. “Hay un problema de empleabilidad y calidad en el empleo de los jóvenes”, apunta Herce.
Según Ángel de la Fuente, hay un problema general con las recomendaciones del Pacto de Toledo, porque “pecan de un excesivo optimismo”.
Pilares del sistema de pensiones
En relación a los tres sistemas de pensiones: pensiones públicas, planes de empleo (planes de pensiones en empresas) y planes de pensiones individuales, los expertos reconocen que los dos últimos no funcionan en nuestro país.
Son los llamados sistemas de ahorro previsional complementario. Es decir, el ahorro particular para complementar la pensión pública.
Según De la Fuente, ninguno de los dos ha funcionado “porque el primero es muy generoso. Las pensiones españolas públicas tienen una tasa de reposición del último sueldo muy grande, por lo que la gente se puede jubilar y mantener el nivel de vida de antes sin necesidad de realizar un ahorro complementario”. En la actualidad, esta tasa de reposición es del 72% versus el 46% de media de la UE.
Los autónomos y las pensiones
Ambos expertos destacan la importancia de mantener los sistemas privados en igualdad de condiciones muy especialmente por el colectivo de autónomos, quienes solo pueden optar a los planes de pensiones individuales.
También se muestran a favor de una convergencia entre los regímenes de los trabajadores por cuenta ajena y propia. “Lo ideal sería que los autónomos cotizasen por bases homologables para generar sus derechos de pensión y que se equiparasen porque esto traerá más recursos al sistema”.
La equidad del sistema
La equidad tiene una parte contributiva, el sistema devuelve en función de lo que se aporta. Hay una serie de aspectos del sistema que son redistributivos y que garantizan unos mínimos a la gente que no ha cotizado. En este sentido, para De la Fuente “la equidad del sistema no está en duda”.
La edad de jubilación
En 2020, la edad de jubilación está situada en 65 años si se han cotizado por encima de 37 años o 65 años y 10 meses si no se alcanza ese periodo. La reforma de las pensiones de 2013 aprobó un retraso progresivo de la edad de jubilación hasta los 67 años en 2027. “Cada vez se viven más años, por lo que es razonable que se trabaje durante más tiempo”, señala el director de Fedea.
TABLAS DE LA EDAD DE COTIZACIÓN
Año | Periodos cotizados | Edad de jubilación |
2020 | 37 años o más Menos de 37 años | 65 años 65 años y 10 meses |
2021 | 37 años y 3 meses o más Menos de 37 años y 3 meses | 65 años 66 años |
2022 | 37 años y 6 meses o más Menos de 37 años y 6 meses | 65 años 66 años y 2 meses |
2023 | 37 años y 9 meses o más Menos de 37 años y 9 meses | 65 años 66 años y 4 meses |
2024 | 38 años o más Menos de 38 | 65 años 66 años y 6 meses |
2025 | 38 años y 3 meses o más Menos de 38 años y 3 meses | 65 años 66 años y 8 meses |
2026 | 38 años y 3 meses o más Menos de 38 años y 3 meses | 65 años 66 años y 10 meses |
A partir de 2027 | 37 años y 6 meses o más Menos de 37 años y 6 meses | 65 años 67 años |
El retraso de la edad de jubilación es importante para equilibrar el sistema de la Seguridad Social, “Es uno de los márgenes más razonables de ajuste porque la esperanza de vida ha crecido mucho desde que se fijó la edad de jubilación a los 65 años”, apunta el socio fundador de LoRIS, quien reconoce que tiene que penalizarse la jubilación anticipada y afirma que en la actualidad adelantar el retiro laboral es “barato y hay que encarecerlo para la sostenibilidad del sistema”.
¿Pagarán los robots las pensiones en un futuro?
Ambos expertos coinciden en que un impuesto a los robots plantea muchos problemas ya que “¿qué entendemos por robot?”, pregunta De la Fuente. En su opinión, sí ayudarán a pagar las pensiones ayudando a los trabajadores a ser más productivos y eficientes.
Según Herce, “los robots ya no son máquinas atornilladas a una peana, los robots son softwares y tienen alas, por eso va a ser imposible ponerle un impuesto. Hay que integrarse lo más productivamente posible en la economía digital”.
“El futuro de las pensiones a lo mejor no es bueno, pero las pensiones del futuro van a ser muy buenas siempre y cuando hagamos algo”, concluye Herce.