La autora del libro, Amalia Guerrero, comparte el camino para llegar a tu objetivo, ya sea ahorrar para los estudios de tus hijos, complementar tu jubilación, la libertad financiera o simplemente tener tus finanzas ordenadas y vivir con tranquilidad.
En nuestro país la educación financiera es una asignatura pendiente. El último Informe Pisa de la OCDE revela que en materia de dinero, economía y finanzas el nivel de los estudiantes españoles está por debajo de la media e indica que los progenitores son la principal fuente de información de los jóvenes.
En mi opinión, muchos problemas financieros de los adultos se podrían solucionar con educación financiera. El problema, como he indicado, es que nuestro sistema educativo no contempla ninguna asignatura sobre finanzas personales que enseñe cómo contratar una hipoteca o algo tan simple como organizar un salario, por ejemplo.
Ante esta situación, ¿qué podemos hacer madres y padres? Formarnos, aprender nosotros y enseñarles a nuestros hijos. Igual que cuando compramos un móvil dedicamos horas a aprender cómo funciona o de la misma forma que invertimos tiempo en planificar una semana de vacaciones al detalle, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra vida financiera?
Te propongo educación financiara para adultos y educación financiera para niños a través de mi último libro “Cuentos y juegos para entender el dinero”, donde encontrarás una guía para educar a tus hijos en el apasionante mundo de la educación financiera.
De forma equivocada, madres y padres pensamos que nuestros hijos son muy pequeños para hablarles de dinero o que no es importante. Pero van a convivir con el dinero todos los días de su vida. Si nosotros enseñamos a nuestros hijos desde pequeños educación financiera y les hablamos correctamente de dinero, cuando sean adultos y reciban su primer salario sabrán cómo gestionarlo. Como hemos visto, el dinero se enseña en casa.
Índice
Herramientas de educación financiera para niños
Las finanzas no tienen por qué ser aburridas. En “Cuentos y juegos para entender el dinero” facilito herramientas para ayudarte a comprender la educación financiera, pautas, técnicas y hábitos para enseñar a tus hijos.
Encontrarás juegos y actividades en familia, porque utilizando el juego como método natural de aprendizaje, el niño, no solo se divierte, sino que nos da la oportunidad de introducirlos en conceptos de finanzas personales. Además, encontrarás fábulas populares, que recomiendo leas con tus hijos, la moraleja les dejará enseñanzas muy interesantes. En definitiva, te guiaré para que aprendas tú y puedas enseñar a tus hijos. También puedes descargarte la app “Mi dinero y yo” disponible en Android e iOS.
Vivimos en una sociedad que fomenta el consumo, en la que está normalizado vivir estresados, endeudados e inmersos en la “carrera de la rata”. Pero otra forma de vida es posible. En el libro hablo sobre la importancia del ahorro entendido como una filosofía de vida, con un gran beneficio psicológico: nos permitirá vivir con más tranquilidad y seguridad.
Comienza destinando una cantidad de dinero en el momento de recibir tus ingresos al ahorro en una cuenta independiente de los gastos (preahorro), de esta forma vencerás tu resistencia a ahorrar y podrás crear un fondo de emergencia para imprevistos. Además, en el libro encontrarás divertidos retos para ahorrar en los que puede participar toda la familia. Y si piensas que no es importante ahorrar, acuérdate de la inflación, lo que hoy cuesta 1 € mañana costará dos en el futuro. Pero el ahorro por sí solo no es suficiente, así que también aprenderemos a invertir.
De ahorrador a inversor
¿Y por qué sé que todo lo que aquí te cuento funciona? Porque te hablo de mi propia experiencia, de lo que yo he probado y he puesto en práctica educación financiera con mis hijos y me ha funcionado.
Pese a haber estudiado primero una diplomatura en empresariales y posteriormente una licenciatura en administración y dirección de empresas, me di cuenta que el sistema educativo no te prepara para hacerte cargo de tu propia economía, no te enseña educación financiera.
A mí también me costaba llegar a final de mes, también usaba la tarjeta de crédito de forma errónea esperando que la cargasen cuando llegara la siguiente nómina. Y te aseguro que el problema no radicaba en los ingresos, porque según la Ley de Parkinson, que explico en el libro, los gastos se expanden hasta el total de los ingresos, o lo que es lo mismo, que si hubiera ganado más dinero lo habría gastado igualmente
Tenía dos hijos pequeños y me preocupaba que, llegado el momento de comenzar sus estudios universitarios, no tuviera dinero suficiente para poder pagarlo, o lo que era peor, que ellos tuvieran la misma experiencia que yo con el dinero.
Así que comencé a aprender educación financiera leyendo libros, blogs, escuchando podcast y a aplicar estos conocimientos en mi vida. Conseguí ahorrar dinero y dar el salto de ahorradora a inversora. Hoy te puedo asegurar que mis finanzas están organizadas. Afronto el futuro con tranquilidad y, además, todo esto se lo he ido transmitiendo a mis hijos. Y entonces me dije y por qué no contarlo.
En el libro sobre educación financiera comparto el camino para llegar a tu objetivo, ya sea ahorrar para los estudios de tus hijos, complementar tu jubilación, la libertad financiera o simplemente tener tus finanzas ordenadas.
Enseñar a nuestros hijos mediante el ejemplo es la mejor de las opciones. Decía Santa Teresa de Calcuta: «No te preocupes porque tus hijos no te escuchan, ellos te observan todo el día». Te animo a que lo intentes, a que adquieras el compromiso de poner en práctica lo que explico en el libro, no tienes nada que perder. Así que, cuando tus hijos te digan eso de mamá, papá cuéntame un cuento, aprovecha para contarle alguno de los que te incluyo en “Cuentos y juegos para entender el dinero”.
Puedes descargarte el libro sobre educación financiera para madres y padres Cuentos y juegos para entender el dinero en la página web del Instituto Santalucía. Además, si lo deseas también puedes crear de manera gratuita una edición totalmente personalizada para tus pequeños.
