En 2015, fallecieron en España 422.276 personas, lo que supuso un 6,7% más que en 2014. Por primera vez desde 1941, el número de defunciones superó a la cifra de nacimientos, lo que quiere decir que España ha alcanzado un crecimiento vegetativo negativo. La tasa bruta de mortalidad se situó en 9,1 fallecimientos por mil habitantes.
Concretamente, dicho saldo vegetativo fue negativo en diez comunidades autónomas, de las cuales Galicia, Castilla y León y el Principado de Asturias fueron las que registraron un saldo vegetativo menor. Por otro lado, solo siete comunidades obtuvieron un resultado positivo, donde destacan la Comunidad de Madrid, Andalucía y Cataluña.
Fuente: INE
Según los datos provisionales, en 2015 nacieron en España 419.109 niños, lo que quiere decir 8.486 menos que en 2014, un 2% menos. En los datos anunciados por el INE, el año 2015 quedará marcado en rojo para la historia a causa de este gran crecimiento vegetativo negativo que no se producía desde hace 74 años.
Fuente: INE
Esta disminución de los nacimientos, viene dada porque el número de mujeres en edad de ser madres, las cuales se establecen entre los 15 y 49 años, continúa bajando debido a tres razones:
- Este rango de edad está formado por generaciones menos numerosas que nacieron durante la crisis de natalidad de los 80 y principios de los 90.
- Existen un menor flujo de inmigración exterior.
- Hay un mayor número de emigraciones al exterior.
Hay que destacar que de los 419.109 nacimientos que tuvieron lugar en España en 2015, el 17,8% fueron de madre extranjeras, es decir 74.842. Aunque el aumento de la fecundidad se apreció tanto en las mujeres españolas como en las extranjeras, el incremento de fecundidad fue mayor en las últimas, situando a la mujer española con un indicador de 1,28 hijos por mujer y a las extranjeras de 1,65 hijos por mujer extranjera. Lo que quiere decir, que las madres españolas tuvieron a sus hijos tres años más tarde que las madres extranjeras.
Fuente: INE
El número de nacimientos disminuyó en toda España pero en concreto, las comunidades autónomas donde hubo un mayor descenso fueron Ceuta, Melilla, Cantabria y La Rioja.
Al contrario ha pasado con el número de fallecimientos, que en el año 2015 aumentó en todas las comunidades, exceptuando a Ceuta. En concreto, los mayores incrementos tuvieron lugar en la Comunidad de Madrid, Andalucía y Castilla La Mancha.
Fuente: INE
Respecto a la esperanza de vida al nacimiento disminuyó en 2015 en 0,2 años respecto a 2014, y se situó en 82,7 años. Por lo que, de acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcanzará en 2015 los 65 años de edad, viviría de media 18,8 años más si fuese un hombre, y 22,7 años más si fuese mujer.
Dicha esperanza de vida al nacimiento, alcanzó los valores más altos en la Comunidad de Madrid (84 años), la Comunidad Foral de Navarra (81,4) y en Canarias (81,9). En cambio en Melilla, Ceuta, Andalucía y Canarias fue donde se registraron los valores más bajos.
Fuente: INE
La natalidad es uno de los factores que más impacto tienen sobre los riesgos futuros para la sostenibilidad del actual sistema público de pensiones. Así como el paro, por ejemplo, puede ser un factor coyuntural, el envejecimiento de la población y el número de nacimientos en un país condiciona la masa laboral, ya que los niños de hoy son los cotizantes del futuro y quienes deben contribuir a sustentar el modelo de pensiones.
