- A pesar de ello, el 80% de los jubilados afirma tener buena calidad de vida y la mayoría asegura (76%) que es más feliz desde que se ha jubilado
- Solo tres de cada diez jubilados tienen ingresos complementarios a la pensión pública
- Los hombres llegan a la jubilación, de media, con una hucha de 15.000 euros más que las mujeres, poniendo de manifiesto la brecha de género en la capacidad de ahorro
- La mitad de los jubilados asegura que no tiene suficientes ahorros para poder cubrir los costes derivados de la dependencia o pagar una residencia
Una de las claves del debate de las pensiones en el seno del Pacto de Toledo ha sido qué mecanismos aplicar para revalorizarlas y evitar la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas y compatibilizar este objetivo con la sostenibilidad del sistema. En este contexto, según se desprende de la última encuesta realizada por el INSTITUTO SANTALUCÍA, un 41% de los jubilados asegura tener dificultades para llegar a fin de mes. En municipios de menos de 50.000 habitantes, esta cifra alcanza el 47%, en contraposición con el 35,8% de los jubilados que les cuesta llegar a fin de mes en las ciudades grandes (más de 200.000 habitantes).
A pesar de ello, la mayoría de los jubilados españoles son positivos: el 80% considera que tiene una buena calidad de vida y un 76% afirma, incluso, que es más feliz desde que se ha jubilado.
De nuevo, se aprecia una brecha entre las localidades con menos de 50.000 habitantes, donde el 25% de los jubilados considera que no tiene calidad de vida, frente solo al 17% de los que viven en ciudades de más de 200.000 habitantes.
Los jubilados ante una nueva situación financiera
Tal como se desprende del estudio, los jubilados españoles han demostrado una gran confianza en el sistema de protección público y en su capacidad de cubrir sus necesidades durante la jubilación, ya que siempre se ha caracterizado por ser uno de los más protectores de Europa. En esta línea, cuatro de cada diez jubilados encuestados (39%) reconoce que no ha hecho una buena planificación financiera de su retiro y un 28% admite que ha llegado a la jubilación sin ningún ahorro. En consecuencia, solamente tres de cada diez (29%) tienen unos ingresos estables complementarios a la pensión.
“Los datos muestran que los españoles han llegado a la jubilación con un colchón financiero de 53.356 euros de media. Accedemos a la jubilación a los 64 años y 5 meses, prácticamente a la misma edad que hace décadas, con la diferencia de que cada vez añadimos más años de esperanza de vida. Por tanto, cade vez disfrutamos de más tiempo como jubilados, una media de 18 años, lo que necesariamente influye en la planificación financiera que realicemos. Con esos 53.356 euros ahorrados, a lo largo de casi dos décadas como jubilado, podríamos esperar solo unos 250 euros adicionales al mes”, explica José Manuel Jiménez Rodríguez, director del INSTITUTO SANTALUCÍA.
Además, en estos datos de capacidad de ahorro se aprecia una notable brecha de género. No solo en el número de mujeres jubiladas que no tienen ahorros complementarios frente al de hombres jubilados, con 10 puntos de diferencia (34,3% vs 24,4%), sino también en el volumen de ese colchón financiero. Los jubilados han conseguido ahorrar para su retiro una media de 58.747 euros, en comparación con los 43.035 euros de las jubiladas, lo supone 15.712 euros de diferencia.
En cuanto a la posibilidad de poder hacer frente a determinadas contingencias, la mayoría de los jubilados españoles asegura tener ahorros suficientes para cubrir un seguro de decesos (78%) y posibles tratamientos médicos (70%). Sin embargo, el 50,6% de los jubilados no tiene ahorros para afrontar los costes de una residencia o los cuidados necesarios derivados de una situación de dependencia.
Los jubilados ante un nuevo estilo de vida
Después de años de carrera laboral, el proceso de adaptación a los cambios que trae consigo la etapa de jubilación no siempre es igual para toda la población. Aunque la mayoría de los jubilados reconocen ser más felices desde que dejaron de trabajar, el estudio del INSTITUTO SANTALUCÍA también refleja que hasta un 30% echa de menos trabajar o le gustaría seguir trabajando.
Por otro lado, un 56,9% de los jubilados afirma que sus hábitos de consumo se han vuelto más exigentes, especialmente en lo relacionado con la comida – un 38,2% intenta consumir siempre productos bajos en calorías. Además, aunque la mayoría no considera que haya incrementado sus gastos, más de un 40% sí ha destinado un mayor presupuesto en viajes y ocio.