La evolución del seguro de vida en la última década ha experimentado un notable avance, actuando como una potente palanca de crecimiento de la industria. Así, el mayor crecimiento en volumen de primas acumulado por el ramo de vida (+25,3%) frente al ramo no vida (+11,6%), se traduce en que el primero ha ido ganando cuota sobre el volumen total de primas registradas por la industria.
Pero este avance no ha estado exento de desafíos, como las turbulencias financieras provocadas por la crisis de 2008, que supusieron una prueba de resistencia para una industria que exhibió un mejor comportamiento que otras instituciones financieras. El panorama actual también presenta importantes retos que determinan las tendencias adoptadas por el seguro de vida. Uno de ellos es el entorno prolongado de bajos tipos de interés, que configura uno de los principales elementos de vigilancia del sector.
A más largo plazo, la creciente longevidad constituye un elemento de especial impacto en la concepción y diseño de productos en compañías de vida. Al mismo tiempo configura una oportunidad de atender la creciente demanda de aseguramiento de las contingencias propias de la edad adulta, como son la invalidez y la salud, estando todas estas contingencias afectas al riesgo de longevidad y siendo cada vez más dependientes entre sí. En efecto, cada vez es más amplia la concepción del seguro de vida como mecanismo de cobertura de la longevidad (ver sección 2.4), al poder ir acompañado de otros servicios asistenciales ligados a la misma y a la dependencia (por ejemplo, la rehabilitación funcional del hogar, servicios de teleasistencia, asistencia sanitaria domiciliaria, etc.). Ello posibilita que las personas en edad avanzada y dependientes continúen en su entorno familiar y social, mientras reciben la atención necesaria de manos de profesionales cualificados.
Por su parte, la incipiente digitalización que atraviesa el sector está contribuyendo a identificar mejor las necesidades de los clientes y mejorar la personalización de la oferta de productos, además de las soluciones multiacceso que advierten grandes impactos en el sector derivados de tecnologías disruptivas como el Data Science y Big Data.
Nos encontramos ante una redefinición de los indicadores que se conocerán y manejarán sobre los clientes (siempre que el marco regulatorio lo permita), brindando nuevas oportunidades para generar interacciones y segmentar mejor a los clientes. En este contexto, el ecosistema InsurTech, entendido como la conjunción de tecnología e innovación aplicada a la industria aseguradora, se advierte como una importante fuente de transformación del sector.
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