Educación, trabajo y jubilación. Hasta ahora, dividíamos nuestra vida en estas tres etapas. Con el incremento de la esperanza de vida, sin embargo, las etapas de nuestra vida se están multiplicando. El siglo XXI será testigo de un gran cambio social antes de que las nuevas etapas que están por venir sean asumidas. Por ello, cuando la esperanza de vida supere los 100 años, las personas tendrán la oportunidad de tomar opciones diversas, de secuenciar las etapas de su vida.
Es el final de la vida en tres etapas.
Y por ello, nos espera un periodo de experimentación en estructuras y secuencias que conllevará necesariamente una actitud mental mucho más abierta. Ahora bien, lo que resulta fascinante en relación con estas nuevas etapas es que contienen muchas características que son agnósticas respecto a la edad. La última vez que irrumpieron nuevas etapas en la estructura de nuestras vidas (la adolescencia y la jubilación) estaban localizadas en edades concretas. Tienes que ser joven para ser adolescente y mayor para estar jubilado. Sin embargo, estas nuevas etapas no estarán sujetas a edades concretas.
Respecto a las etapas que vendrán, debemos considerar que habrá períodos en los que tendremos que concentrarnos en generar activos financieros, para lo que será crucial dedicarnos en cuerpo y alma al trabajo para maximizar nuestros activos financieros. Pero también está claro que habrá más etapas no lucrativas a lo largo de nuestras vidas en las que podremos dedicar todo nuestro tiempo a los activos intangibles, como son la familia, la salud, la vitalidad, los amigos, el bienestar, el tiempo de descanso…
Es probable que estas etapas surjan con frecuencia, porque responden a algunas de las mayores grietas que están apareciendo en el concepto tradicional de la vida de tres etapas y porque crean más oportunidades para las personas para abrazar el regalo de una larga vida.
Puedes leer el capítulo 6 de “La vida de 100 años” completo y de forma gratuita aquí.