Las personas quieren envejecer donde han pasado toda su vida. Desde hace varios años, la perspectiva de entrar en una residencia a pasar los últimos años de vida se antoja poco deseable en comparación con envejecer y recibir los cuidados necesarios en la propia casa. Álvaro Soler y Erkuden Aldaz, de Matia Instituto Gerontológico, autores del capítulo 9 del libro “Un país para mayores” editado por Instituto Santalucía, analizan los cuidados a domicilio.
Desde la filosofía, la espiritualidad y la ética, Torralba (2002) señala que el cuidado y la fragilidad (no entendida desde el punto de vista médico) son la piedra angular del desarrollo de la sociedad en tanto que somos frágiles y necesitamos cuidados en varios momentos de la vida y que es el cuidado lo que ha permitido que a lo largo de las diferentes etapas de la vida la especie humana medre. Este planteamiento concuerda con el de la arqueóloga Penny Spikins (2018) que enuncia que, en el cuidado, la compasión y la amabilidad han sido claves para el desarrollo como especie, especialmente atendiendo al concepto de Glynn Isaac del hogar como lugares donde las personas eran sociales y la descendencia y las personas vulnerables eran cuidadas, lo cual permitió la evolución de proto humanos a humanos.
Las personas quieren envejecer donde han pasado toda su vida. El estudio sobre las condiciones de vida de las personas de 55 y más años en Euskadi (Del Barrio et al., 2015; Del Barrio y Díaz Veiga, en prensa) muestra la preferencia de las personas por envejecer en casa en contraposición a envejecer en una residencia. Si bien, puede parecer una obviedad, hay varios factores que influyen en esta preferencia social. Quizás, si las residencias estuvieran organizadas de acuerdo a lo que las personas quieren y necesitan (con habitaciones privadas en lugar de compartidas, integradas en la comunidad en lugar de ser macro-residencias en las afueras, con mejor comida y un trato menos rígido, acorde a las preferencias y necesidades de cada persona) esta estadística podría ser diferente.
Pero desde hace varios años, la satisfacción con los servicios residenciales o la perspectiva de entrar en una residencia a pasar los últimos años de vida se antoja poco deseable en comparación con envejecer y recibir los cuidados necesarios en la propia casa. Es por eso que las residencias se consideran el último recurso en situación de necesitar cuidados y la plaza residencial se solicita cuando los servicios que se reciben en casa no son los suficientes para garantizar el bienestar de la persona y cuando la persona cuidadora familiar en la que recae la mayor parte de los cuidados claudica en el cuidado.
¿Qué tipos de personas requieren cuidados en casa?
Atendiendo a las proyecciones estadísticas, se señala que las personas mayores en España serían un 31,4% de la población en torno a 2050 (Instituto Nacional de Estadística, 2020) en el año 2065 algo menos de 15 millones de personas mayores serán mayores de 65 años, casi el doble que en la actualidad (Fernández-Malloralas et al., 2018) con una tasa de dependencia estimada de cerca del 50% de las personas mayores. Este cambio demográfico prevé una sociedad con una mayor necesidad de cuidados y un interés por recibirlos en el hogar.
El concepto de “envejecer en casa” proviene de los desarrollos conceptuales de: estar en casa (being in place) y envejecer en casa (ageing at home) (Rowles, 2000; Rubinstein, 1989) y enfatiza las virtudes de recibir los cuidados en casa, sin embargo, el propio concepto incluye en su planteamiento envejecer, cuando lo que viene a describir son dos procesos diferentes: el envejecimiento y la necesidad de cuidados. Aunque el concepto de ageing at home vincula envejecer y recibir cuidados en casa, se puede envejecer sin necesidad de cuidados y necesitar cuidados fuera del proceso de envejecimiento. Lo que sí parece claro es que, puestos a necesitar cuidados durante mucho tiempo, independientemente de la edad, “se está mejor en casa que en ningún sitio”, que diría Dorothy (Fleming, 1939).
Conoce qué son los cuidados en casa, cómo se articulan, cuáles son las carencias del sistema y qué efectos tiene, cuáles son las soluciones en el capítulo 9 de “Un país para mayores”. También puedes escuchar el podcast en Spotify.