En esta edición del barómetro de las pensiones de Instituto Santalucía se han actualizado los 20 indicadores del sistema público de pensiones español respecto a la edición de junio.
Inversa de la tasa de dependencia
La inversa de la tasa de dependencia, que es el indicador demográfico de referencia, continua con su tendencia de descenso. De esta manera, el dato a 1 de julio de 2023 es 3 centésimas inferior al de 2022 (3,01 frente a 3,04) y está a punto de bajar de 3 por primera vez. Todo ello dentro de una tendencia a largo plazo del envejecimiento de la población ya que en 2012 el dato era de 3,59.
Tasa de cobertura
La tasa de cobertura de las pensiones de jubilación se mantiene bastante estable en el tiempo con una ligera tendencia descendente pese a que la incorporación de la mujer al trabajo en el último cuarto del siglo XX hiciera previsible un aumento en la cobertura, al menos en el caso de las pensiones de jubilación. La Ley 27/2011 reguló un aumento gradual en la edad ordinaria de jubilación y ello ha colaborado a mantener la tasa de cobertura. El dato a 1 de julio de 2023 es 74,6% frente a 74,9% de 2022. Esto supone que en la actualidad 3 de cada 4 personas con 65 años o más reciben al menos una pensión contributiva (algunas personas reciben 2 o más). Hay que tener en cuenta que en este informe solo se están considerando las pensiones contributivas de la Seguridad Social, por lo que si se añadiesen las pensiones no contributivas y las pensiones del régimen de clases pasivas la tasa de cobertura sería aún más alta.
Edad efectiva de jubilación
La edad efectiva de jubilación en junio de 2023 (64,83 años) ha aumentado poco menos de un mes respecto a junio de 2022 (64,77 años), cuando el aumento en la edad legal ha sido de dos meses. Este resultado se extiende a todo el primer semestre de 2023 ya que, en lo que llevamos de año, la media de edad efectiva de jubilación se ha situado en 64,74 años frente a 64,68 en los seis primeros meses de 2022. Previsiblemente, en la edición de diciembre de 2023 utilizaremos datos de una nueva estadística de la Seguridad Social que proporciona la edad de jubilación de las nuevas altas de una forma más exacta.
Indicador de solidaridad
El indicador de solidaridad continúa su tendencia decreciente bajando el peso de los complementos a mínimos en la nómina de pensiones al 4,4% frente al 4,6% un año antes. Ello es un síntoma de que los derechos por pensiones son cada vez mayores y se necesitan menos recursos adicionales para garantizar la pensión mínima, una pensión que se ha revalorizado en 2023 igual que el resto de las pensiones contributivas.
Los indicadores de sostenibilidad se han comportado de forma mixta respecto al mismo mes del año anterior, mejorando los que dependen de la afiliación y empeorando el que depende de la cotización media. Este resultado también se extiende en la comparación con 2012, si bien hay que tener en cuenta que en 2012 la economía estaba en el punto más bajo del ciclo económico tras la crisis que se inició en 2008.
Tasa de afiliación
La tasa de afiliación se ha incrementado en algo más de un punto en el último año (12,8 puntos desde 2012) y el número de afiliados por pensionista ha subido a 2,30 en junio de 2023 frente a 2,26 en junio de 2022 (1,99 en junio de 2012). Sin duda, se trata de un dato positivo, pero todavía está lejos de los aproximadamente 2,6 afiliados por pensionistas que serían necesarios para que desapareciera el actual déficit contributivo de la Seguridad Social; es decir, se necesitarían 3,2 millones de afiliados más que los actuales.
Importe de la pensión media
Por su parte, el dato del importe de la pensión media por euro medio cotizado es de 2,25€, con un aumento sensible en 2023 debido a la elevada revalorización de las pensiones (8,5%). La cotización media en 2023 está subiendo menos que la pensión media, lo que tensiona la sostenibilidad.
Generosidad
La generosidad en términos absolutos, medida a través de la pensión media por pensionista, se sitúa en junio de 2023 en 1.319,40 euros desde los 1.202,97 del año anterior (+9,7%). Este valor tiende a aumentar de forma continua en el tiempo más que la revalorización normal de las pensiones (8,5% en 2023) debido, sobre todo, al efecto sustitución (nuevas pensiones en torno al 21% más altas que las que causan baja).
La pensión media en relación con el salario en las pensiones de jubilación (tasa de reemplazo agregada) disminuyó en 0,3 puntos respecto a 2022, debido a un mayor crecimiento del salario medio (2,9%) que de la pensión media (2,4%). No obstante, la tendencia a largo plazo es de aumento en este indicador, tendencia que previsiblemente se retomará cuando se conozca el dato de los siguientes años, con aumentos importantes en la pensión media por el efecto revalorización.
En términos marginales, es decir, si comparamos la pensión media de la primera generación de jubilados (edades 65-69) con el salario medio de la última generación de activos (edades 60-64), o tasa de reemplazo marginal, se detecta una bajada a largo plazo, pasando del 70,1% en 2012 al 66,8% en 2023, con una bajada de 0,8 puntos en el último año.
Es destacable que la tendencia de la tasa de reemplazo marginal sea contraria a la de la tasa de reemplazo agregada a largo plazo, lo cual se explica por el hecho de que el salario medio en el tramo de edad 60-64 años ha crecido prácticamente el doble que la media entre 2012 y 2021, mientras que la pensión media en el tramo 65-69 años ha crecido ligeramente menos que la media en ese intervalo temporal. Parece ser que los trabajadores de más edad con salarios altos tienden a permanecer cada vez más en el mercado laboral que los de salarios bajos, aumentando el salario medio en el tramo 60-64 años.
Brecha de género
En cuanto a la brecha de género de las pensiones de jubilación, los indicadores confirman la tendencia a su disminución. A nivel agregado, la pensión media de jubilación de mujeres se sitúa en un 68,2% de la de hombres (60,4% once años antes). La reducción de la brecha de género agregada continuará en el futuro ya que, en términos marginales, es decir, si se analizan las nuevas pensiones de jubilación, el indicador se sitúa en el 74,7%. Hay que tener en cuenta que la reducción de la brecha salarial y de carreras de cotización entre hombres y mujeres se traslada a la pensión con algo de retraso. Este último indicador es el que se tomará de referencia para que siga en vigor el complemento para la reducción de la brecha de género aprobado en febrero de 2021, de manera que mientras sea inferior al 95% se mantendrá el derecho a su percepción.
Ingresos, gastos y saldo
Por último, los indicadores contables de ingresos, gastos y saldo en la parte contributiva han mostrado, en general, una ligera mejoría respecto a junio de 2022. Los ingresos por cotizaciones de ocupados aumentan un 12,2% interanual en junio, un crecimiento superior al del PIB nominal. Sin embargo, es un crecimiento puntual del mes de junio. Más representativo es la ratio de ingresos contributivos sobre el PIB por tener en cuenta el acumulado de los últimos 12 meses, mostrando que han perdido peso en el PIB al bajar su participación al 10,5% del PIB frente al 10,7% de junio de 2022. Los gastos en pensiones contributivas, por su parte, están creciendo un 11,4% en junio de 2023 respecto a junio de 2022, debido a la elevada revalorización. La media móvil anual sitúa los gastos contributivos respecto del PIB en el 12,3%, cuatro décimas menos que en 2022.
Como consecuencia de lo anterior, el déficit contributivo en junio se ha moderado y es del 1,84% del PIB frente al 1,98% de junio de 2022. En términos absolutos alcanza los 25.906 millones de euros (25.576 millones de euros en junio de 2022). El déficit por pensionista sube ligeramente a 2.863 euros desde 2.849 euros en 2022 y el déficit por cotizante baja en el último año de 1.292 euros a 1.272 euros.
Descárgate el informe completo, donde también hemos realizado una radiografía de los sistemas de pensiones de Europa.