Qué es, cómo se hace y qué beneficios tiene un plan de ahorro. Descubre estas y muchas claves más para empezar a ahorrar hoy mismo. ¡No te las pierdas!
Ahorrar de cara a la jubilación y considerar un plan de ahorro son una acción que deberían cobrar cada vez más importancia si se presta atención a los datos. España se encuentra en el Top10 de países más longevos (cuarto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y séptimo, según el Foro Económico Mundial, con una esperanza de vida de 83 años y que, a mediados de siglo, se situará en los 90 años, según la OCDE.
Esto hace que al vivir más años se necesiten más recursos económicos, no solo para financiar las más de dos décadas de vida tras la jubilación, sino también la probabilidad de sufrir dependencia.
Esta mayor longevidad añade más presión a la sostenibilidad del actual sistema de pensiones español, que se agravará a partir de 2030 con la llegada a la jubilación de buena parte de la generación del ‘baby boom’, que supone la masa poblacional más grande de España. Y todo ello en un país con una de las tasas de natalidad más bajas. No hay que olvidar que nuestro sistema de pensiones es de reparto intergeneracional, esto significa que la población trabajadora es la que financia las pensiones con sus cotizaciones sociales.
Todo este contexto nos lleva a concluir la necesidad de tener un plan de ahorro que complemente la pensión pública. Por eso, vamos a explicarte las 5 claves para generar el mejor plan de ahorro.
Plan de ahorro: regla del 50/30/20
Para empezar a ahorrar hay que ser metódico y establecer unos objetivos claros, que pueden ser fijos o un porcentaje. Un buen plan de ahorro es aplicar la regla del 50/30/20, que hace referencia a la idea de que el 50% de lo ingresado debe ser para cubrir las necesidades básicas, como el pago de la hipoteca o alquiler y el pago de los suministros y alimentación; el otro 30% debería ir destinado al ocio, donde entran las vacaciones, salidas al cine o a restaurantes y otro tipo de gastos prescindibles; por último, el 20% restante tendría que ir destinado al ahorro.
Si se sigue esta regla, y se toma como ejemplo el sueldo medio en España, que, según Adecco, se situó en el cuarto trimestre de 2022 en 25.522 euros al año brutos dividido en 14 pagas. Haciendo el cálculo del neto, el salario medio se situaría en 1.376 euros, lo que supondría destinar al ahorro 275,2 euros mensuales. Si esa cantidad fuese fija, sin contar la progresividad de los aumentos salariales a lo largo de la vida laboral, después de 35 años trabajados se debería de tener acumulado en nuestro plan de ahorro un patrimonio de 115.584 euros.
Identificar gastos que lastren el ahorro
Pero la realidad es otra. Según el INE, la media de lo que ahorra cada español es de un 6,1%. Para llegar al 20% anterior, lo más fácil es identificar todos nuestros gastos para eliminar aquellos prescindibles. Hay muchas maneras de hacerlo, pero la ideal es coger lápiz y papel y apuntar todos los gastos fijos y variables que se tienen en el mes. Así, sabiendo el estado de nuestra economía doméstica, podremos identificar en qué gastos podemos ahorrar. Por ejemplo, podemos prescindir de los llamados gastos hormiga, que son esos pequeños gastos diarios que hacemos casi sin darnos cuenta: unos chicles, un café, comidas fuera de casa…
Cuidado con la inflación
Ahora bien, para mantener el poder adquisitivo de lo acumulado en nuestro plan de ahorro, no vale con guardar ese dinero en el banco sin hacer nada. Para mantener, al menos, ese poder adquisitivo es necesario invertir. El motivo no es otro que el impacto de la inflación sobre el ahorro, también llamado impuesto silencioso que hace que cada año el dinero vaya perdiendo valor.
Con un caso práctico podemos ver su efecto negativo. Supongamos que, desde hace tres décadas, tenemos un ahorro de 20.000 euros en el banco. Con el impacto del 4,1% del IPC (Índice de Precios al Consumo) hoy necesitaríamos más del doble (42.300 euros) para comprar las mismas cosas que hace 30 años por el encarecimiento del poder adquisitivo.
Interés compuesto
Para combatir el efecto negativo de la inflación hay que invertir el ahorro en un producto financiero capaz de batir la inflación.
Dado que, con los niveles actuales del IPC llevar a cabo la regla del 50/30/20 es más difícil, supongamos que tenemos una capacidad de ahorro periódico inferior, de 50 euros mensuales durante 35 años. Eso significa que habremos ahorrado 21.000 euros. Si los invertimos en un fondo de inversión o plan de pensiones con una rentabilidad media anual del 6% significa que habremos acumulado en el periodo 71.256 euros.
Esto se debe a lo que se conoce como la magia del interés compuesto. Este concepto financiero se refiere a la acumulación de los intereses del producto de inversión sobre un capital inicial. De tal manera que los intereses generados se reinvierten periódicamente y se suman al capital inicial. En otras palabras, el interés compuesto permite que los intereses se calculen no solo sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses acumulados previamente.
A diferencia del interés simple, que solo se calcula sobre el capital inicial, el interés compuesto puede generar un crecimiento exponencial a lo largo del tiempo. A medida que se reinvierten los intereses y se acumulan, el capital total aumenta y, por lo tanto, los intereses generados en cada periodo también son mayores.
Diferentes ahorros para diferentes metas
Otro aspecto fundamental para generar el mejor plan de ahorro posible es diferenciar por metas. No es lo mismo ahorrar para dar la entrada de una vivienda o comprarse un coche, que para planificar la jubilación. Los primeros son objetivos más cortoplacistas, mientras que el segundo es un objetivo de largo plazo. Por eso, se deberían generar diferentes planes, y diferentes inversiones, para cada uno de los objetivos. Además, esto suele variar con el paso de los años, ya que hay periodos en los que se tiene una mayor renta disponible y otros en los que es más pequeña.
Lo ideal es comenzar con un plan de ahorro fijo de cara a la jubilación, un ahorro que deberíamos mantener sin retiradas y enfocado a ese objetivo de crear un colchón los suficientemente grande para cuando nos jubilemos y así cubrir ese gap que hay entre la futura pensión pública y el nivel de vida que queremos llevar y las posibles contingencias que podamos afrontar derivadas de la edad.
Accede a nuestra calculadora de pensiones y descubre cuánto necesitarás ahorrar para cubrir tus necesidades.