En el artículo sobre el papel de las rentas vitalicias en las pensiones ya hablábamos de lo que eran las rentas vitalicias, cómo se constituían y cuál era el tratamiento fiscal que recibían. Gracias a los datos recogidos en el informe “Soluciones para la jubilación. Naturaleza, ventajas, defensa y fomento de las rentas vitalicias en España”, publicado por la UNESPA y realizado por AFI, reflejamos a continuación cuáles son las mayores ventajas de contratar una renta vitalicia y tenerla como complemento a tu pensión.
¿Por qué contratar una renta vitalicia?
La crisis de las pensiones viene dada por unos antecedentes demográficos y unos problemas de fondo que han causado la insostenibilidad del sistema de pensiones públicas: el crecimiento de la esperanza de vida ha hecho que aumente la longevidad de las personas, por lo que las pensiones públicas deben pagarse durante más tiempo, ya que la edad de jubilación es la misma y las variaciones propuestas no están a la par con la esperanza de vida. Sin embargo, el índice de natalidad lleva cayendo bastante tiempo, por lo que cada vez hay menos personas en edad de trabajar. El sistema de pensiones español se basa en la solidaridad intergeneracional, es decir, aquellos que trabajan ahora pagan las pensiones de los jubilados en este momento, y las futuras generaciones pagarán las de los trabajadores de hoy en día. Por tanto, cuantos menos nacimientos haya y más personas jubilándose, menos personas habrá trabajando. Y cuantas menos personas trabajen, menos dinero puede recaudarse para las pensiones.
Tanto el crecimiento de la esperanza de vida como la disminución del índice de natalidad tienden a ir a más en el futuro según todos los pronósticos, por lo que parece que el problema de las pensiones urge medidas, según nuestro Foro de Expertos. Con el número de pensionistas aumentando (en la actualidad hay 2,23 personas ocupadas por cada pensionista), la sostenibilidad del sistema público de pensiones de la Seguridad Social se tambalea: las pensiones tendrán que dejar de aumentar y comenzarán a bajar. Si esto sucede, el poder adquisitivo de los pensionistas se verá afectado, y la economía española se resentirá a su vez: si uno de los mayores grupos de consumidores ve perjudicada su economía, cesará el consumo por su parte; si cesa el consumo, habrá una pérdida de puestos de empleo que resultarán innecesarios, afectando así a la macroeconomía española de forma más general.
¿Qué soluciones pueden aportar las rentas vitalicias?
Las rentas vitalicias transforman un patrimonio que tengamos en una fuente de ingresos regular: es decir, nos ofrecen la oportunidad de percibir una cantidad de dinero con certidumbre a partir de alguna de nuestras posesiones. De este modo, se utiliza el valor de ese patrimonio mientras vivimos, y no dejamos que nuestros bienes queden obsoletos en valor cuando más lo necesitamos. Esto evita que corramos el riesgo de la longevidad, es decir, sobrevivir a nuestros ahorros, o el riesgo de que nuestros ahorros nos sobrevivan. Las rentas vitalicias suponen un complemento a las pensiones públicas por jubilación que impiden que baje el poder adquisitivo de los jubilados, resultando así en una influencia positiva en la economía española y, por consiguiente, en el empleo.
Además, al contratar una renta vitalicia se puede elegir la cantidad que recibirán los herederos en caso de fallecimiento. A menudo se dice que los españoles son “ricos en patrimonio” y “pobres en rentas”, refiriéndose a la posesión de bienes materiales que resulta ineficiente como fuente económica. Las rentas vitalicias transforman este dicho convirtiendo nuestro patrimonio en base de nuestra renta.
No es necesario ahorrar más para complementar las rentas durante la jubilación. La clave reside en ahorrar mejor ya que “los recursos ya están disponibles en una sociedad que ha cambiado sus estructuras familiares y en la que la creciente longevidad exige un mayor esfuerzo previsional por parte de todos”. Para seguir informándote sobre el papel de las rentas vitalicias en las pensiones, puedes leer este otro artículo que realizó el Instituto santalucía.