El futuro de las residencias tras la Covid-19

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La pandemia puso sobre la mesa cuestiones fundamentales para el futuro de las residencias de mayores, una reflexión sobre la viabilidad de los modelos actuales y cuáles son los cuidados que la cuarta edad necesita. Yosune Rodríguez, directora de Marketing y Comercial de Ballesol, analiza el futuro y los retos a los que se enfrentan las residencias en el Capítulo 10 del libro editado por Instituto Santalucía, “Un país para mayores”.

| Instituto Santalucía

La evolución demográfica y el éxito de una longevidad productiva desde entornos facilitadores de vida como son las residencias, han sido factores determinantes para alcanzar lo que muchos denominan envejecimiento de éxito. Sin embargo, hay retos que asumir y oportunidades que afrontar desde la atención sociosanitaria.

La pandemia por la Covid-19 obliga a una reflexión sobre los modelos actuales y los cuidados que precisan las personas mayores. La apuesta por potenciar los cuidados intermedios como paso entre la residencia y el hospital en situaciones más agudas, la relevancia que debe de asumir la Geriatría Hospitalaria por su aportación de calidad, la necesaria coordinación entre el sistema de salud y el sistema de cuidados de larga duración, deberán ser abordados para garantizar la sostenibilidad, excelencia y calidad de los servicios residenciales tras la pandemia.

Sin olvidarnos de profundizar en el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), adaptar las residencias a las necesidades del residente o invertir en más personal para que las residencias sigan siendo el mejor lugar para vivir con salud entendida ésta como bienestar físico, mental y social, y, por supuesto, con dignidad, derechos y respeto.

Envejecimiento demográfico y marco residencial

La posibilidad de vivir más tiempo es una realidad. Un logro extraordinario y colectivo que tiene su desarrollo en el ámbito social y económico, y por supuesto, su influencia en la salud. Avances que la Organización Mundial de Salud (OMS) nos recuerda en esta Década del Envejecimiento Saludable 2020-2030 con las oportunidades y los cambios fundamentales que se aprecian con el aumento de la longevidad: “Será necesario cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar con respecto a la edad y el envejecimiento. También hay que asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores. La importancia de ofrecer una atención integrada y centrada en las personas, servicios de salud primarios que respondan a las necesidades de las personas mayores”. Y, por último, y no menos importante, “proporcionar acceso a la atención a largo plazo para las personas mayores que lo necesiten”.

En este contexto António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, expresó recientemente que todo lo que hagamos durante y después de estas crisis (Covid-19) debe de tener un fuerte enfoque en la construcción de economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles. Más resilientes frente a las pandemias.

El envejecimiento demográfico unido al aumento de la calidad y esperanza de vida han ido otorgando a los centros residenciales de personas mayores – aproximadamente 5.500 en España- un mayor protagonismo y desempeño en la sociedad.

Hace justo veinte años en España había 239.761 plazas distribuidas en 4.800 centros, lo que suponía que un 3,34% de la población mayor de 65 años disponía de una de estas plazas residenciales. Diez años después, en 2011, el número de plazas ascendió a 372.628, un incremento anual de 15.305 plazas. Del total, un 25% eran plazas públicas, un 29% concertadas y el 46% privadas.

El perfil de los usuarios de residencias en su mayoría (59%) eran mayores de 80 años y en un 53% personas en situación de dependencia. Los últimos datos oficiales recogidos a 31 de diciembre de 2019 sitúan una tendencia ascendente de la oferta residencial en España con 399.417 plazas residenciales, 250.708 usuarias de estas con 65 años o más (70,7% mujeres) y distribuidas de esta forma: personas usuarias de 65 a 79 años 49.731 (52,8% mujeres) y con 80 o más años 200.977 (75,1% mujeres). Por ocupación son las Comunidades Autónomas de Madrid con 52.830 usuarios, Cataluña con 44.746 y Castilla y León con 42.501 las que tienen más personas usuarias en Servicios de Atención Residencial.

Descárgate el capítulo completo y conoce cómo se están adaptando las residencias al nuevo entorno y necesidades, así cómo se están potenciando los Cuidados de Larga Duración. También puedes escuchar el podcast con la autora en Ivoox, Spotify y Apple Podcast.

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