Un año más, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ‘echa un vistazo’ a las pensiones en los países que forman parte de la organización.
Así, en su edición de ‘Pensions at a Glance 2019’, la OCDE vuelve a analizar las medidas legislativas en materia de pensiones puestas en marcha entre septiembre de 2017 y septiembre de 2019. De este análisis se desprenden como principales conclusiones que:
- Es necesario permanecer vigilantes para no poner en peligro los avances dirigidos a lograr la sostenibilidad de las pensiones en los sistemas de los países de la OCDE.
- El menor nivel de cotización de empleados por cuenta propia, de trabajadores temporales y de trabajadores a tiempo parcial hoy día puede tener consecuencias negativas, no solo en sus futuras prestaciones, sino también en la capacidad general de financiación del sistema de pensiones.
- Muchos países pueden adoptar medidas para combatir estas consecuencias con reformas en sus sistemas de pensiones orientadas a mitigar esta disparidad en términos de tasa de cobertura, cotizaciones y derechos.
Atención para no retroceder en el avance hacia la sostenibilidad de las pensiones
El envejecimiento de la población se está acelerando en la mayoría de los países de la OCDE, por lo que son necesarios esfuerzos orientados a mantener niveles adecuados y financieramente sostenibles de pensiones.
En 1980, había dos personas mayores de 65 años por cada 10 personas en edad de trabajar en la OCDE. Ese número se reduce a algo más de tres en 2020 y se prevé que llegue a casi seis en 2060. Además, se estima que la población en edad de trabajar, medida con umbrales de edad fijos, disminuirá en más de un tercio para 2060 en varios países.
En este sentido, según el informe de la OCDE, las reformas dirigidas a garantizar la sostenibilidad financiera de las pensiones han sufrido cierto retroceso debido a la entrada en vigor de algunas medidas legislativas puestas en marcha desde septiembre de 2017 que han flexibilizando los requisitos de edad para recibir una pensión, aumentando las prestaciones y ampliando la tasa de sustitución.
Con la mejora de las condiciones económicas tras la crisis, la presión para reformar los sistemas de pensiones ha disminuido. Muchos países están relajando medidas que resultan impopulares.
Sin embargo, el informe de la OCDE destaca que, durante ese contexto de reformas dadas por la crisis, se observaron debilidades estructurales en los sistemas de pensiones. Debilidades que no se superarán si se da marcha atrás, como están haciendo algunos gobiernos, en las reformas que abordan las necesidades a largo plazo. Así, es posible que en el futuro los sistemas de pensiones sean menos resistentes a las perturbaciones económicas y no estén preparados para hacer frente al envejecimiento poblacional.
Teniendo en cuenta las reformas recientes, el informe de la OCDE apunta a que las futuras tasas netas de sustitución -el porcentaje de sueldo a cubrir por la prestación- de los regímenes obligatorios para los trabajadores con salarios medios a tiempo completo equivaldrán a un 59% de promedio, y oscilarán en un rango de entre cerca del 30% en Lituania, México y el Reino Unido y el 90% o más en Austria, Italia, Luxemburgo, Portugal y Turquía. Además, se prevé las tasas de sustitución disminuyan en las próximas décadas en la mayoría de los países de la OCDE. En el caso de España, el informe sitúa la futura tasa de sustitución de salarios medios en el 83% para salarios medios, conforme a la actual legislación.
Empleados por cuenta propia, de trabajadores temporales y de trabajadores a tiempo parcial
Este tipo de trabajadores representa más de un tercio de los trabajadores en los países de la OCDE y su aumento podría debilitar las perspectivas de ingresos de las futuras generaciones de jubilados.
En general, los empleados por cuenta propia contribuyen menos en sus cotizaciones que los empleados por cuenta ajena con la misma base imponible. Solo en diez países de la OCDE las cotizaciones de ambos tipos de trabajadores son similares.
El informe señala que existe un alto grado de discrecionalidad en la fijación de la base de cotización, en la no exigencia de participar en planes relacionados con los ingresos, en la reducción de los incentivos para cotizar a los planes voluntarios y en las menores tasas de cotización nominal. Estos factores son los que explican las menores cotizaciones a las pensiones, lo que puede tener graves consecuencias para las prestaciones de pensiones de los trabajadores por cuenta propia, tanto en la actualidad como en el futuro, y para la capacidad general de financiar unas pensiones adecuadas.
En el momento de la jubilación, los trabajadores por cuenta propia suelen tener pensiones públicas más bajas que los de por cuenta ajena. Asimismo, los trabajadores temporales y los de a tiempo parcial, en general, tienen un acceso más limitado a los sistemas de pensiones de capitalización.
Así, el informe resalta que, en toda la OCDE, sobre la base de las cotizaciones obligatorias, los autónomos recibirán una pensión de jubilación un 20 por ciento inferior a la prestación de los trabajadores por cuenta ajena que tienen los mismos ingresos imponibles durante la vida laboral.
Cómo evitar las consecuencias de estas diferencias en las cotizaciones
Según el informe, para mantener la sostenibilidad en la financiación de las pensiones, así como para eliminar diferencias en las prestaciones según el tipo de trabajador, los países de la OCDE deben tener presente que:
- Las reformas de los sistemas de pensiones que mitiguen las disparidades entre los autónomos, los trabajadores temporales y los trabajadores a tiempo parcial frente a los que no lo son, en términos de tasa de sustitución, cotizaciones y derechos, garantizarían una protección más justa, reducirían las desigualdades, compartirían los riesgos de manera más amplia y facilitarían la movilidad laboral entre los distintos tipos de empleo.
- Alinear las normas sobre cotizaciones en todas las formas de trabajo significa igualar las tasas de contribución total -la suma de las contribuciones del empleado y del empleador- para todos los trabajadores.
- En general, el alto grado de flexibilidad en la definición de la base de cotización de los trabajadores autónomos tiende a dar lugar a bajas cotizaciones. Sin embargo, limitar formalmente dicha flexibilidad podría no ser suficiente para evitar niveles bajos de cotizaciones y podrían ser necesarias medidas de cumplimiento adecuadas.
- Si se utilizan cotizaciones obligatorias más bajas para los trabajadores por cuenta propia como instrumento para promover el empleo independiente o para apoyar a los que realizan actividades de bajos ingresos, se deberían evitar los consiguientes derechos más bajos, complementando las cotizaciones de este régimen.
Y vistas estas conclusiones generales, seguro que te gustaría profundizar en el análisis que el informe hace sobre el sistema de pensiones en España.