Entre los factores a tener en cuenta a la hora de contratar un plan de pensiones hay que tener en cuenta que estos productos financieros no están exentos de riesgos financieros. La jubilación es un objetivo financiero crítico en la vida de una persona, pero es conveniente analizar cuál es la modalidad de ahorro-inversión más adecuada en función del perfil de edad, la renta disponible, la capacidad para invertir que se tiene y el nivel de riesgo que se quiere asumir en función de que se busque una mayor rentabilidad. En este post te explicamos los riesgos de un plan de pensiones.
- Riesgo de insolvencia: se corresponde con el riesgo de impago de los emisores de los títulos de renta fija y variable que componen la cartera de inversión del fondo. Por tanto, el riesgo para el inversor no es la insolvencia de la sociedad gestora o del depositario, ni de la entidad bancaria distribuidora del plan de pensiones.
- Riesgo de mercado: es el riesgo de fluctuación de los precios de los títulos que componen la cartera del fondo y, en consecuencia, de su rentabilidad. Por tanto, dependerá de la tipología del fondo en el que se invierte el dinero.
- Riesgo de tipo de cambio: es el riesgo de variaciones en los tipos de cambio cuando el fondo de pensiones ha realizado inversiones en otras divisas.
Además de estos riesgos generales, debemos entender que existe un riesgo implícito al tipo de tipo de plan de pensiones que contratemos, en función de los activos en los que invierten y la rentabilidad que se espera alcanzar. En la medida que la expectativa de rentabilidad es más alta, el riesgo es superior, pudiendo no alcanzar la rentabilidad esperada o, incluso, perder todo o parte del capital invertido. Estas modalidades suelen estar asociadas a personas jóvenes, que tienen más tiempo para aguantar los vaivenes de los mercados financieros y, a largo plazo, recuperarse de las pérdidas, si las hubiera. En la medida que la edad de jubilación está más próxima, es recomendable optar por modalidades más conservadoras que garanticen el capital invertido a cambio de una rentabilidad inferior.
A continuación se detallan los diferentes tipos de riesgos existentes:
- Riesgo alto. Situamos los Planes de Pensiones de Renta Variable, ya que son los planes en los cuales se invierte más del 75% de la cartera de activos de renta variable, los cuales son altamente fluctuantes.
- Riesgo medio. Esta categoría más conservadora incluye:
- Planes de Pensiones de Renta Variable Mixta. Aquellos planes en los que se invierte entre el 30% y el 75% en renta variable.
- Planes de Pensiones de Renta Fija Mixta. Menor riesgo ya que este tipo de plan de pensiones invierte menos del 30% de los activos en renta variable.
- Riesgo bajo. Los perfiles que apenas quieren asumir riesgo tendrán la opción de contratar:
- Planes de Pensiones de Renta Fija a corto Plazo. En esta categoría no se incluyen activos de renta variable ni derivados que no sean de renta fija y la cartera en este plan de pensiones no puede ser superior a los dos años.
- Planes de Pensiones de Renta Fija a Largo Plazo. Al igual que en el anterior, tampoco se incluyen activos de renta variable ni derivados que no sean de renta fija. La diferencia con los de Renta Fija a corto Plazo es en la duración de la cartera, la cual debe ser superior a dos años.