Prolongación de la vida laboral

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En el capítulo 5 de nuestro libro “Un país para mayores”, el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social aborda las modalidades de compatibilizar trabajo y jubilación para, así, prolongar la vida laboral.

Una de las posibles reformas que pueden implementarse a corto plazo en el sistema de pensiones español es la mejora de los mecanismos que incentiven la prolongación de la vida laboral combinándolo con una flexibilización de las normas que regulan la compatibilidad entre el trabajo y el cobro de la pensión de jubilación.

En comparación con los países de la OCDE, España es uno de los que tiene un menor porcentaje de población de entre los 60 y 69 años que compatibiliza el cobro de su pensión con el trabajo, si bien esta proporción es algo mayor en el caso de las mujeres, un 1,8%, frente al 0,3% de los hombres. Estamos a un nivel similar a países como Grecia, Eslovenia y Austria, pero muy alejados de otros países de la UE como Alemania, Dinamarca, Suecia y Estonia. A la cabeza de los países de la OCDE donde es más habitual cobrar pensión y trabajar se encuentra Estados Unidos, con un 19,2% en el caso de hombres y un 16,8% en el de mujeres.

Además, en España las restricciones para compatibilizar el disfrute de una pensión de jubilación con la realización de una actividad por cuenta propia o ajena son mayores que en la mayoría de los países de nuestro entorno. En comparación con la Unión Europea, la mayoría de estos países, excepto en España, Dinamarca, Estonia y Grecia, permiten compatibilizar pensión y trabajo sin ningún tipo de restricción cuando se alcanza la edad legal. Sin embargo, el panorama cambia cuando se quiere compatibilizar trabajo y jubilación haciéndolo antes de la edad legal de jubilación. Únicamente es posible sin restricciones en Finlandia, en España y en otros 10 países se permite con restricciones, mientras que son también 10 los países que no lo permiten. A la vista de todo lo anterior, parece razonable que en España se flexibilice este tipo de medidas.

Modalidades para alargar la vida activa

A lo largo del capítulo se analizan los principales mecanismos que permiten prolongar la vida laboral combinándolo con la posibilidad de compatibilizarla con el cobro de la pensión. Aunque la modalidad más sencilla para prolongar la vida laboral es la de no jubilarse a la edad ordinaria, esto no siempre es posible, ya que en algunos convenios colectivos puede figurar la obligatoriedad de la jubilación al llegar a la edad ordinaria; aun cuando jubilarse es un derecho y no una obligación.

Existen tres modalidades para prolongar la vida laboral: jubilación activa, jubilación parcial y jubilación flexible. Descárgate el capítulo 5 y conoce en detalle cuáles son los requisitos de cada modalidad para comprobar si alguno encaja o encajará con tu perfil llegado el momento.

Ventajas de prolongar la vida activa

La prolongación de la vida laboral parece que es uno de los retos principales de las sociedades desarrolladas. Por un lado, la ampliación de la vida laboral favorece el funcionamiento cognitivo; por otro, según Doménech y García (2012), una elevada participación laboral de los mayores está negativamente relacionada con el desempleo juvenil; y, en tercer lugar, puede mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Todo parece indicar que prolongar la carrera laboral supone importantes ventajas, tanto a nivel agregado como individual. Por este motivo, deberían potenciarse estas modalidades, quizá relajando el acceso y aumentando el porcentaje de compatibilidad. También hemos contrastado que el porcentaje de personas que compatibilizan trabajo y pensión es muy bajo en España; si bien cabe esperar que, mediante nuevos incentivos o por la probable disminución de la tasa de reemplazo, haya un aumento importante de este porcentaje.

Además, hemos podido observar que la Unión Europea proyecta una fuerte subida, entre 2020 y 2035, de la tasa de actividad de personas entre 55 y 64 años, pasando de 62,5% a 79%. Otra buena noticia es que la brecha de actividad entre hombres y mujeres se va a reducir en todos los grupos de edad.

Al analizar el retraso de la edad efectiva, hemos podido observar que el ahorro que se genera en el sistema de pensiones es pequeño, concretamente del 1,15% del gasto en pensiones. Solo en el caso del retraso de la edad legal, se genera un mayor ahorro, que llega al 5,49%. Por lo tanto, no parece suficiente, tal como se ha llegado a afirmar, que los problemas de sostenibilidad del sistema de pensiones se resuelvan haciendo que la edad real de jubilación se acerque a la edad legal. El aumento de esta última puede conseguir mejores resultados, mejorando algo más la sostenibilidad del sistema. De todas formas, esta medida tomada aisladamente no va a poder resolver los graves problemas que presenta actualmente el sistema de pensiones, y mucho menos los que se producirán por la llegada a la jubilación de la generación del baby boom.

El Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social está integrado por los académicos:  José Enrique Devesa Carpio, Mar Devesa Carpio, Borja Encinas Goenechea, Inmaculada Domínguez Fabián, Miguel Ángel García Díaz, Robert Meneu Gaya.

Además de leer el capitulo, puedes escuchar también el podcast con José Enrique Devesa Carpio.

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