¿Estás sacando partido a tu ahorro? ¿O todavía no has empezado a ahorrar porque te cuesta llegar a fin de mes o porque siempre encuentras excusas para no hacerlo? Con motivo del Día Mundial del Ahorro, desde el Instituto Santalucía queremos ayudarte a conseguirlo con estos consejos de ahorro.
Cinco recomendaciones básicas para ahorrar
1. Ahorra sistemáticamente
El primer consejo de ahorro es destinar al menos un 10% de tus ingresos al ahorro, para ello convierte el ahorro en un recibo más al mes, como el de internet y telefonía, agua o electricidad. Para evitar tentaciones o excusas, haz que el recibo del ahorro se traspase a una cuenta de ahorro o, mejor aún, a un producto financiero para la jubilación, como un plan de pensiones individual, a principios de mes, nada más cobrar la nómina. Si lo inviertes, harás que ese ahorro vaya creciendo mes a mes, gracias a la magia del interés compuesto que va acumulando los intereses percibidos en el capital invertido, haciendo que crezca de manera exponencial. De este modo, ahorrarás de forma sistemática o periódica y generarás el buen hábito del ahorro.
2. Reparte tus ingresos
Si tu economía lo permite, aplica la regla 50/20/30, distribuyendo tus ingresos en tres categorías:
- 50% para gastos básicos: destina la mitad de los ingresos a gastos esenciales como vivienda, alimentación, transporte y servicios.
- 20% para ahorro e inversión: este porcentaje se dedica al ahorro a corto plazo (como un fondo de emergencia para atender imprevistos como llevar el coche al taller, la ortodoncia) y a inversiones a largo plazo para el bienestar futuro, ya sea para la jubilación, para financiar los estudios de los hijos o para otros objetivos.
- 30% para gastos personales o de ocio: aquí entran los caprichos de ropa, entretenimiento (viajes, restaurantes, espectáculos) y cualquier gasto que no sea esencial.
Esta regla es flexible y puede adaptarse a cada situación financiera.
3. Ahorra pensando en la jubilación
Ya lo hemos venido señalando, ante la incertidumbre de qué nos quedará de pensión pública, pon en marcha un plan B con ahorro particular para complementar la prestación del Estado y asegurarte una etapa de jubilación de disfrute, durante los años que aún la salud nos lo permite, y de tranquilidad para la etapa en la que seremos más dependientes. La clave es comenzar a ahorrar lo antes posible para que el sacrificio sea menor, ahorrar invirtiendo, importante, porque es la única manera de hacerlo crecer. Utiliza nuestra calculadora de pensiones para saber cuál será el importe de tu prestación y cuánto deberías ahorrar para mantener el ritmo de vida que desees para entonces.
4. La realidad es cambiante
Supervisa constantemente cómo evolucionan tus ahorros, sobre todo si los tienes invertidos en productos expuestos a algún nivel de riesgo. Para ello, lo mejor es que inviertas acompañado/a de un profesional financiero que sepa invertir el dinero en los vehículos financieros ajustados a tu horizonte temporal (tiempo disponible hasta alcanzar el objetivo de ahorro) y a tu perfil de riesgo. Conoce algunos productos de ahorro previsional para la jubilación en esta entrada.
5. Fíjate metas de ahorro
El último consejo de ahorro es preguntarte para qué ahorras (objetivo) y cuánto tiempo tienes para alcanzarlo. De este modo, se pueden ajustar los productos al plazo. De tal manera que si disponemos de muchos años por delante, podremos ser más atrevidos con nuestra inversiones, poniendo a trabajar nuestro dinero en vehículos de más riesgo pero que, en el largo plazo tienen mayor potencial de revalorización, y, además, el tiempo es tu aliado, es el que minimiza las habituales correcciones diarias de ciertos mercados. Por el contrario, si no se dispone de mucho tiempo, la cautela se impone y hay que invertir en productos financieros más conversadores. Aquí se prioriza la conservación del capital, antes que la rentabilidad. Ahora bien, esto nos va a obligar a elevar las aportaciones mensuales.
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