El Gobierno vuelve a rebajar el límite de las aportaciones al ahorro previsional para la jubilación

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Los PGE contemplan una reducción de 2.000 euros a 1.500 euros. En una nota de prensa, INVERCO, UNESPA y CEM abogan por aumentar el límite fiscal.

aportaciones a planes de pensiones

El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año vuelve a reducir el límite deducible de las aportaciones a sistemas de previsión social individuales que pasan de los 2.000 euros anuales a los 1.500 euros.

Esta rebaja “afectará negativamente al conjunto de los trabajadores y, en especial, a los autónomos”, señalan en una nota de prensa conjunta INVERCO (Asociación de Instituciones e Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones), UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro) y CEM (Confederación Española de Mutualidades), quienes opinan que “debe mejorarse y no perjudicarse de nuevo el tratamiento de los instrumentos de ahorro individuales de previsión social complementaria”.

En los anteriores PGE, el Gobierno redujo de forma considerable el límite a desgravar, desde los 8.000 euros hasta los todavía 2.000. Sin embargo, se mantenía el tope para los planes de empleo, que son planes de pensiones ofrecidos por las empresas a sus trabajadores y que, con el nuevo cambio, tampoco se ven afectados. En España hay 1,9 millones de personas suscritas a un plan de empleo.

En cambio, se verán afectados los 7,5 millones de partícipes en Planes de Pensiones individuales y los cerca de 1 millón, en Planes de Previsión Asegurados (PPA).

Ahorro individual como complemento de la pensión

La transformación de la pirámide poblacional, con más pensionistas por cotizante, obliga a los ciudadanos a aumentar el ahorro individual para poder complementar la pensión pública y poder mantener el ritmo de vida durante la longevidad, más aún cuando afrontamos jubilaciones de más de dos décadas.

INVERCO, UNESPA Y CEM señalan que “el mantenimiento de diferentes límites de aportación a sistemas de previsión social, relegando a los sistemas individuales que de nuevo tendrían un límite notoriamente inferior, es discriminatorio para la gran mayoría de la población ocupada española”.

En la actualidad, los autónomos no pueden acceder a planes de empleo y solo puede ahorrar con planes individuales, por lo que 3,2 millones de personas adheridas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social se ven afectadas. También, empleados de pymes, donde el ahorro colectivo apenas está presente.

En este sentido, las tres asociaciones piden “posibilitar a toda esta población ocupada que queda fuera de la previsión social empresarial que pueda acceder a sistemas de previsión individuales en las mismas condiciones y requisitos que cualquier otro trabajador. El sistema individual seguirá siendo necesario e imprescindible para todos aquellos que, como los autónomos, no puedan acceder al sistema de empleo por no estar las reformas desarrolladas”.

Ejemplo

INVERCO, UNESPA Y CEM aterrizan la reforma con un ejemplo para denunciar que la capacidad de ahorrar va a ser “claramente insuficiente”. A razón de 1.500 euros por año, un trabajador podría acumular 60.000 euros si ahorra sistemáticamente durante 40 años de trayectoria profesional, más la rentabilidad que obtuviera este dinero. Si se prorratea este importe durante los 20 años de esperanza de vida que restan a ese trabajador una vez alcanzada la edad de jubilación, “el resultado es una cuantía media mensual que a duras penas servirá para complementar la pensión pública del trabajador y garantizarle unos ingresos totales adecuados”.

La nota de prensa también alude a la experiencia internacional, donde en casi todos los países de la Unión Europea (UE) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) existen estímulos fiscales al ahorro y se conceden incentivos fiscales adicionales para la promoción y desarrollo de sistemas de previsión social, tanto empresariales como individuales. La reducción drástica de la fiscalidad de los sistemas individuales en España contravendría la clara tendencia internacional y europea de estimularlos.

Por último, las asociaciones recuerdan que la fiscalidad de los sistemas de previsión social son simplemente un diferimiento de la tributación. Esto significa que mientras se realizan las aportaciones, uno de reduce la base imponible del IRPF, pero cuando se produce el rescate del plan, es el momento de pagar impuestos por todo ese ahorro que tributa, además, como ingreso del trabajo más.

Puedes obtener más información sobre la fiscalidad de los planes de pensiones y otros productos de ahorro en la guía actualizada “Manual práctico de fiscalidad de productos de previsión individual”.

ISL News

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